Estados Unidos – El gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, ordenó al Departamento de Comercio comenzar el desarrollo de un nuevo censo nacional en el que no se contemple a los inmigrantes que residen ilegalmente en el país. La medida fue comunicada por el propio mandatario a través de su red social Truth.
“He instruido a nuestro Departamento de Comercio que comience de inmediato a trabajar en un nuevo y altamente preciso CENSO basado en datos y cifras actuales… Las personas que están en nuestro país ilegalmente NO SERÁN CONTADAS EN EL CENSO”, afirmó Trump.
El presidente sostuvo que el objetivo es elaborar una medición de la población que, a diferencia de los censos realizados desde mil setecientos noventa, excluya expresamente a quienes no tienen estatus legal.
Las poblaciones estatales relevadas por el censo se utilizan para redistribuir los escaños de la Cámara de Representantes, y los datos también inciden en la distribución de fondos federales.
La nueva indicación del gobierno revive un intento anterior iniciado durante la administración de Trump en dos mil veinte.
En ese entonces, se buscó preguntar sobre el estatus de ciudadanía en el censo, una decisión que fue detenida por la Corte Suprema. Sophia Lin Lakin, directora del proyecto de derechos electorales de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), criticó la iniciativa.
El próximo censo está programado para dos mil treinta. Por tradición, el conteo de la Oficina del Censo incluye a todas las personas que residen en Estados Unidos, sin importar su estatus migratorio.