El que seguramente no sabe donde esconderse es el alcalde de Juárez, Cruz Pérez Cuellar, por la bomba que le estalló ayer con la ejecución de un presunto líder del grupo criminal “La línea”, que resultó que estaba escoltado por dos policías municipales en activo que también murieron en la refriega.
Esta situación es gravísima porque justo este sujeto identificado Ulises Nache o el apodo de “Delta1” o “El principal”, era quien operaba las extorsiones a comerciantes, secuestros en la frontera y venta de droga sintética, delitos denunciados por los juarenses, pero sin resultados porque ahora sabemos que el crimen está infiltrado en las filas policiales.
Lo curioso es que nadie de los flamantes legisladores de Morena, que de todo se quejan y siempre exigen transparencia a los gobiernos municipales, no hayan salido a solicitar la creación de una comisión especial investigadora que aclare esta infiltración del crimen en la policía, será porque siempre les gusta ver la paja en el ojo ajeno o se ha denunciado a nivel nacional o en el mismo Tabasco, el crimen organizado está metido hasta la médula dentro de ese partido.
El silencio en este caso es la peor defensa de los diputados de MORENA hacía el Alcalde Juarense, ni Torres, ni Estrada, ni Arguelles, ni Brenda, ni Pérez, ni Díaz, ni Avitia, ni Ortega, ni Gómez, ni Renteria, ni Ontiveros…. Ni absolutamente nadie salió a posicionarse a favor del “Alcalde Mejor Administrado”
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En Ciudad Juárez, donde la violencia nunca da tregua, al Fiscal General del Estado, César Jáuregui Moreno, le tocó salir a calmar la tormenta, con sector muy específicos como el civil – empresarial, y no fue para hacerle un favor a Cruz Pérez Cuellar.
La crisis estalló con el asesinato de dos policías municipales que, lejos de estar cuidando a un empresario como se quiso hacer creer, acompañaban a un personaje ligado a la delincuencia organizada.
Todo esto en medio del caos que trae consigo un alcalde más ocupado en hacer campaña que en gobernar: Cruz Pérez Cuéllar, que en menos de tres semanas lleva tres escandalazos, 1.- El señalamiento de Adrian Lebarón por tener al famoso Monster dentro de la corporación, 2.- Los inumerables agentes dados de baja por no pasar los controles de confianza 3.- Los agentes que cuidan a “empresarios”
Lo que pintaba para convertirse en un escándalo mayúsculo, con broncas entre autoridades, protestas y titulares nacionales, fue frenado por “El Bombero”, Jáuregui no se fue por discursos vacíos ni golpes mediáticos: buscó a los empresarios, habló con los actores políticos clave y movió las piezas necesarias para que el tema no se saliera de control.
Muchos coinciden en que, sin esa intervención, el asesinato de los dos agentes y su acompañante habría explotado a un nivel mucho más alto. Y es que si algo sabe hacer César Jáuregui es apagar fuegos.
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El llamado “efecto Harfuch” ya empieza a sentirse más allá de la capital del país. Omar García Harfouch, actual Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, no solo ha marcado agenda en el gabinete federal, sino que también ha despertado aspiraciones entre mandos policiales en todo México… y Chihuahua no es la excepción.
Aunque La Gata Mora se reserva los nombres por ahora, es un hecho que varios jefes de corporaciones estatales y municipales están midiendo el terreno para dar el salto a la política.
Algunos piensan en alcaldías, otros en diputaciones, pero todos con un mismo argumento: que quienes han estado en la línea de fuego también pueden estar en las mesas donde se toman las decisiones.
La pregunta es inevitable: ¿estamos por ver una generación de “Harfouch locales” que lleven la experiencia operativa a la arena política, o solo será una moda pasajera? El tiempo dirá si en Chihuahua también llega esa nueva camada de candidatos salidos de las filas policiales. ¿Será por el PAN, será por el Verde?