El dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, reveló por primera vez que superó una batalla contra el cáncer en etapa 4, la cual enfrentó durante más de una década. En entrevista, el empresario de 82 años compartió que ya no tiene tumores y que el diagnóstico original fue en 2010, cuando se le detectó un melanoma, un tipo de cáncer de piel que, en etapa avanzada, puede propagarse a otros órganos.
Jones explicó que durante este largo proceso fue sometido a cuatro cirugías —dos en el pulmón y dos en ganglios linfáticos— y participó en ensayos clínicos con un fármaco innovador llamado PD-1, el cual calificó como “milagroso”. “Me salvé gracias a un tratamiento fabuloso, a médicos excelentes y a un medicamento milagroso llamado PD-1”, expresó. La noticia salió a la luz a raíz de su participación en el documental de Netflix America’s Team: The Gambler and His Cowboys, donde mencionó de forma casual sus tratamientos oncológicos.
Hasta ahora, Jones había mantenido el tema en privado, incluso mientras lideraba a una de las franquicias más valiosas de la NFL. Su testimonio llega mientras los Cowboys se preparan para una nueva temporada con la esperanza de romper una sequía de 30 años sin ganar el Super Bowl, una meta que su propietario —ahora sobreviviente de cáncer— sigue persiguiendo con determinación.