Chihuahua.- El llamado Grupo Pacheco, que operaba bajo el nombre de GP Capital en Parral, dejó sus oficinas vacías en la colonia Altavista, a unos pasos de la Presidencia Municipal, y con ello destapó un posible fraude millonario que ya comienza a generar denuncias formales.
Los testimonios de afectados revelan que las víctimas no solo son de Parral, sino también de Guachochi, Valleza, Valle de Allende, Jiménez, Camargo y de distintos municipios de la zona serrana. La mayoría confió ahorros de toda la vida, montos que iban desde 50 mil hasta 5 millones de pesos, alentados por la promesa de altos rendimientos en bienes raíces y vehículos financieros, muy similar a lo ocurrido con el caso Aras Investment.
Uno de los modus operandi de la supuesta financiera consistía en recibir vehículos particulares de los inversionistas, los cuales eran tomados como parte de un esquema de “inversión”, asegurando que serían utilizados para generar ganancias.
Sin embargo, las unidades nunca fueron devueltas con las utilidades prometidas y hoy forman parte del vacío legal que enfrentan las víctimas.
Desde hace días, los directivos de GP Capital desaparecieron y versiones ciudadanas aseguran que fueron vistos en el Aeropuerto de la Ciudad de México, lo que ha incrementado el temor de que hayan abandonado el estado con el dinero de cientos de personas.
La molestia escaló al grado de que algunos afectados irrumpieron en el inmueble abandonado y retiraron documentos que podrían servir como prueba para las investigaciones.
Ante la magnitud del caso, los inversionistas están organizándose para trasladarse a la ciudad de Chihuahua y exigir la intervención de la Fiscalía General del Estado.
Las denuncias ya comenzaron a recibirse en Parral, pero los afectados advierten que no se conformarán con trámites locales, pues consideran que el fraude alcanzó un nivel regional que amerita la actuación directa de las autoridades estatales.
Las oficinas de GP Capital, ahora solas y con las puertas cerradas, se han convertido en el símbolo de un esquema que dejó a decenas de familias en la ruina, con incertidumbre sobre el futuro de su patrimonio y la esperanza de que la justicia
pueda responderles.
