Antioquia, Colombia – Ocho personas murieron y otras ocho resultaron heridas el jueves tras enfrentamientos y un ataque con dron de una disidencia de la guerrilla de las FARC en el noroeste de Colombia, informaron las autoridades. El ataque se produjo en el departamento de Antioquia, durante un operativo para erradicar narcocultivos en medio de la peor crisis de violencia que vive el país desde la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las FARC en dos mil dieciséis.
Un funcionario de la policía dijo a la AFP que los atacantes “hostigaron” a un grupo de erradicadores de hoja de coca y atacaron con un dron a uno de sus helicópteros, que se precipitó a tierra. Aún no se sabe si las víctimas estaban en la aeronave.
Según el ministro de Defensa, Pedro Sánchez, los atacantes son guerrilleros de una disidencia de las extintas FARC. Inicialmente, las autoridades atribuyeron erróneamente el ataque al cartel Clan del Golfo. Información más reciente recogida por la policía “confirma que el ataque fue perpetrado por la (estructura) E36 de las disidencias criminales” bajo el mando de alias Calarcá, dijo Sánchez en la red social X. Imágenes publicadas en redes sociales muestran al helicóptero sobrevolando la zona y luego un estruendo seguido de la caída de la aeronave. En otras imágenes se ve una humareda negra saliendo de la montaña.
Queridos paisanos, esta es la paz total de Petro. En zona rural de Amalfi derribaron un helicóptero de la @PoliciaColombia que al parecer estaba brindando seguridad a uniformados en labores de erradicación manual a cultivos de coca. Los policías fueron atacados por un drone.
— Andrés Julián (@AndresJRendonC) August 21, 2025
Es… pic.twitter.com/PnI0XhA2QQ
Horas antes, un helicóptero Black Hawk UH-60 de la Policía Nacional que participaba en una operación de erradicación de cultivos de hoja de coca fue derribado en el municipio de Amalfi, en el departamento de Antioquia, dejando ocho efectivos muertos y ocho más heridos. El presidente de Colombia, Gustavo Petro, responsabilizó de los ataques a facciones disidentes de la antigua guerrilla de las FARC que rechazaron un acuerdo de paz del dos mil dieciséis.
Los bloques bajo el mando de alias Calarcá son una escisión del Estado Mayor Central (EMC), la mayor agrupación de frentes que retomaron las armas tras la firma de la paz. La facción leal a Calarcá se mantuvo en los diálogos, que han tenido escasos avances. Un cese al fuego entre los rebeldes de ese grupo y las autoridades venció en mayo pasado y, desde entonces, la fuerza pública sostiene operaciones contra la estructura.
El uso de drones cargados con explosivos para arremeter contra policías y militares, grupos armados rivales e incluso población civil es cada vez más común en Colombia. Según un informe del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), las víctimas de artefactos explosivos, especialmente por el “uso intensivo” de drones, se duplicaron en los primeros meses de dos mil veinticinco. Colombia, la mayor productora de cocaína del mundo, registró un récord de doscientas cincuenta y tres mil hectáreas de cultivo de hoja de coca en dos mil veintitrés.