H. Cd. de Chihuahua.- En el sur de la India, el pueblo de peregrinación de Dharmasthala vive una crisis tras las impactantes acusaciones de un exempleado del templo, quien aseguró que entre 1995 y 2014 recibió órdenes para enterrar en secreto a cientos de víctimas de asesinato. Según su testimonio, la mayoría eran mujeres y niñas con signos de abuso, además de mendigos y personas sin hogar. La denuncia, realizada por un hombre que se presentó en un tribunal con máscara y vestido de negro —apodado por la prensa como “el hombre enmascarado”— ha desatado un escándalo nacional.
El gobierno de Karnataka creó un Equipo Especial de Investigación (SIT) que ha realizado excavaciones en más de una docena de sitios señalados, hallando posibles restos humanos en algunos de ellos. Sin embargo, la magnitud de lo denunciado no coincide con las pruebas encontradas, lo que mantiene abierta la duda. Varias familias de desaparecidos en las últimas décadas han exigido que sus casos sean revisados, mientras se esperan los resultados de los análisis forenses que podrían dar un giro decisivo a la investigación.
El caso también se ha convertido en un campo de batalla político: el partido del primer ministro Narendra Modi acusa a la oposición de usar el tema para desprestigiar al hinduismo, mientras que el templo de Dharmasthala —con más de 800 años de historia y considerado un símbolo de armonía religiosa en la región— ha pedido una investigación justa y transparente.
