H. Cd de Chihuahua.- Con velas encendidas y vestidos de blanco, cientos de ciudadanos salieron el domingo a las calles de Cali, al suroeste de Colombia, para participar en una marcha en memoria de las vĂctimas del atentado con explosivos perpetrado el pasado jueves frente a la Base AĂ©rea Marco Fidel Suárez.
El acto, denominado “velatĂłn por la paz”, iniciĂł con un minuto de silencio en el lugar del atentado, ubicado sobre una de las avenidas más transitadas y comerciales de la ciudad. La ceremonia fue encabezada por autoridades locales, regionales, representantes de las Fuerzas Armadas y lĂderes religiosos.
El ataque, atribuido al Estado Mayor Central (EMC) —la principal disidencia de las extintas FARC— dejĂł un saldo de seis personas muertas y más de 80 heridos, de los cuales al menos 40 continĂşan hospitalizados, cinco en estado crĂtico, segĂşn informĂł la gobernadora encargada, Cristina Lesmes.
El evento culminĂł con una oraciĂłn colectiva encabezada por el arzobispo de Cali, monseñor Luis Fernando RodrĂguez, quien pidiĂł por el fin de la violencia y guio un canto por la paz. Desde el dĂa del atentado, la ciudad se mantiene en duelo oficial y bajo refuerzo militar.
Mientras tanto, las autoridades judiciales continĂşan las investigaciones. Dos sospechosos del ataque ya han comparecido ante un juez, y el gobierno colombiano mantiene operativos de seguridad intensificados en la regiĂłn.
Este nuevo episodio de violencia ha reavivado las tensiones en el paĂs y generado reacciones tanto nacionales como internacionales. La embajada de Estados Unidos condenĂł el atentado y calificĂł los hechos como actos “terroristas”, en apoyo a las vĂctimas y a los esfuerzos de paz.