Ciudad de Guatemala, Guatemala – Pandilleros presos tomaron este lunes rehenes en una correccional juvenil y en una cárcel de adultos en Guatemala. Los motines, que las autoridades atribuyen a represalias por el traslado de líderes de Barrio 18 y Mara Salvatrucha a una prisión de máxima seguridad, se suman a una serie de incidentes ocurridos en las últimas semanas.
El treinta de julio, el gobierno trasladó a diez líderes de esas pandillas a la cárcel Renovación I, en el sur del país, donde permanecen aislados y sin acceso a teléfonos celulares, lo que ha generado la respuesta de los reos.
Desde entonces se han registrado motines en al menos cinco prisiones, en los que los reclusos han tomado a guardias como rehenes. A mediados de agosto, un vigilante murió en una revuelta en la cárcel El Boquerón, en el sureste.
Este lunes, la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia informó que un “conato de motín” seguía en desarrollo en el Centro Especializado de Reinserción Juvenil de la capital, donde internos tomaron como rehenes a “tres colaboradores que diariamente ingresan alimentos al centro”.
El incidente, precisó la institución, involucra a treinta y cuatro adultos identificados como miembros de la Mara Salvatrucha. De acuerdo con la ley guatemalteca, los menores de edad deben cumplir toda su sentencia en centros juveniles, incluso si alcanzan la mayoría de edad durante su condena.
En paralelo, la oficina del ombudsman informó a través de X que da seguimiento a acciones para liberar a más personal retenido en la cárcel El Boquerón, aunque no precisó la cifra. Medios locales reportaron que se trata de dos funcionarios. El presidente Bernardo Arévalo confirmó que los motines están relacionados con la decisión de trasladar a los líderes pandilleros a una prisión de mayor seguridad. “Se les han quitado todos los privilegios”, aseguró, al justificar la medida como un intento por evitar que sigan “coordinando” delitos desde prisión.
Las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha —esta última declarada organización terrorista por Washington— se disputan el control de territorios en Guatemala, donde extorsionan a comerciantes, transportistas y otras personas.
Ambos grupos también operan en Honduras, mientras que en El Salvador el presidente Nayib Bukele ha encarcelado a miles de presuntos pandilleros bajo un régimen de excepción que organizaciones de derechos humanos critican por propiciar detenciones arbitrarias.
