H. Cd. de Chihuahua.- Los agentes Carlos Meléndez y Edgar Carnero, integrantes del Grupo de Reacción de la Policía Montada, compartieron su experiencia tras participar en un operativo de rescate el pasado domingo en las faldas del Cerro Grande. El acceso al lugar era prácticamente imposible para vehículos motorizados, por lo que fueron activados de emergencia con dos caballos entrenados, logrando llegar al sitio en cuestión de minutos. Ahí rescataron a un hombre que presuntamente había escapado de un centro de rehabilitación y que podría estar bajo los efectos de alguna sustancia. Gracias a su experiencia, lograron asegurar a la persona, cruzar un arroyo y mantenerlo tranquilo hasta que recibió atención médica.
Los elementos explicaron que formar parte de este grupo requiere completar la academia policial básica y posteriormente recibir entrenamiento especializado. Además del patrullaje, participan en cabalgatas, eventos deportivos, desfiles y operativos rurales, como el de “Cosecha Segura” en comunidades aledañas. A pesar de los retos del terreno y el clima, su labor ha sido fundamental para acceder a zonas donde otros cuerpos de seguridad no pueden llegar, como ocurrió también en un rescate anterior en la carretera a Ciudad Juárez, donde fueron activados en su día de descanso para ubicar a senderistas extraviados.
Con jornadas que pueden extenderse hasta 11 horas, los caballos —de raza Santa Gertrudis— reciben cuidados especiales, incluyendo alimentación tres veces al día, hidratación constante y descansos programados. Los agentes patrullan principalmente en colonias con calles de terracería como La Esperanza, Riveras y Nuevo Triunfo, y toman precauciones en zonas urbanas debido a los riesgos del pavimento y el cableado. La dedicación de estos elementos demuestra la importancia de la Policía Montada como una unidad operativa clave en tareas de proximidad, rescate y vigilancia en terrenos de difícil acceso.
