Lo que brilla es el empeño de médicos y especialistas en campañas de salud. Ellos advierten con claridad: cuídate o paga las consecuencias. El mensaje está ahí, fuerte, claro y directo.
Lo que huele es el estilo de vida al que la mayoría de los trabajadores estamos condenados: del trabajo a la casa y de la casa al trabajo. Una rutina sedentaria que nos va apagando poco a poco.
Lo que apesta es que México ocupe el segundo lugar mundial en obesidad y arrastre cifras escandalosas de diabetes e hipertensión. Los números son tan graves como ignorados… nos entran por un oído y nos salen por el otro.



