
Chihuahua, Chih.- Las quejas por el servicio en la Cruz Roja ubicada en la avenida Teófilo Borunda y calle Guadalupe han aumentado en las últimas semanas.
Usuarios denuncian demoras, malos tratos y cobros más elevados que en años anteriores, situación que ha llevado a percibir a la institución más como un servicio privado de clase media que como la benemérita de asistencia humanitaria que históricamente ha representado.
De acuerdo con los testimonios de pacientes, el personal en ocasiones se muestra indiferente ante la acumulación de personas en la sala de espera. Relatan que, mientras algunos aguardan durante horas, empleados y practicantes permanecen platicando o comiendo, lo que genera inconformidad. Además, refieren que los médicos priorizan solo los casos urgentes, dejando a pacientes “no prioritarios” retenidos por tiempo indefinido.
A estas denuncias ciudadanas se suman los señalamientos por la tardanza de las ambulancias en acudir a los reportes, así como actitudes de desinterés dentro de la propia clínica. “Ya no solo tardan en llegar a los servicios, ahora hasta en la misma sala nos hacen esperar demasiado y hasta ponen malas caras”, expresó una usuaria.
Sin embargo, no solo los pacientes reconocen las fallas. Trabajadores y médicos de la misma institución han admitido que las carencias se deben, en gran medida, a la falta de insumos y recursos suficientes para operar de manera adecuada. Señalan que la saturación, aunada a la escasez de materiales, repercute tanto en la calidad de la atención como en los tiempos de respuesta.
Por ello, además de las denuncias, también se ha lanzado un llamado a las autoridades y a la sociedad para que se destinen más apoyos a la Cruz Roja, a fin de garantizar un servicio digno para quienes lo requieren y mejores condiciones laborales para quienes ahí trabajan