*¡Ya estamos hartos!*
La gasolinera Folvaz, ubicada en el cruce de Teófilo Borunda y Ocampo, fue clausurada por la PROFECO en conjunto con la Fiscalía General de la República, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano.
¿El motivo? Según versiones extraoficiales, la gasolinera entregaba litros de menos. Es decir, robaba al consumidor.
*¡Ya estamos hartos!*
El operativo fue imponente: unidades federales, sellos de clausura, zona acordonada. Pero lo que sigue sin aparecer es la verdad oficial. Hasta ahora, no se han dado a conocer los motivos formales del operativo. ¿Por qué ese silencio? ¿Qué intereses se están protegiendo? ¿Cuántas otras estaciones siguen haciendo lo mismo sin que nadie las toque?
Ya estamos hartos de que todo quede a medias: hartos de clausuras que solo maquillan un problema estructural, hartos de investigaciones que nunca llegan a sanciones ejemplares y hartos de autoridades que reaccionan tarde.
*¡Ya estamos hartos!*
Celebramos la clausura, sí. Pero no es suficiente. No se trata de una bomba mal calibrada. Se trata de una cultura del abuso, de un sistema que permite que se engañe al ciudadano sin consecuencias reales. Basta ya de operativos que sólo responden a la presión mediática o a la acumulación de quejas.
*¡Ya estamos hartos!*