Al menos 28 personas han fallecido a causa del brote de ébola declarado el pasado 4 de septiembre en la provincia de Kasai, en el centro de la República Democrática del Congo (RDC), según informó el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Hasta ahora se han registrado 81 casos confirmados, lo que representa una tasa de letalidad del 34.6 %, mientras que 716 contactos han sido identificados y están bajo vigilancia sanitaria. En los últimos días se han reportado nuevos casos y muertes en la zona de Bulape, una de las más afectadas.
El brote representa un desafío importante para África, según alertó la agencia de salud de la Unión Africana (UA), en un contexto donde el continente enfrenta múltiples epidemias y limitados recursos. Ngashi Ngongo, epidemiólogo y jefe de la Oficina Ejecutiva de los CDC de África, señaló que existe un alto riesgo de propagación, ya que se han identificado nuevos casos sospechosos en localidades adicionales fuera del epicentro original. Se trata del decimosexto brote de ébola en la historia del país y el primero en Kasai desde 2008.
Las autoridades de la RDC, con apoyo de la UA y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han activado una estrategia basada en vigilancia intensiva y vacunación, para controlar la propagación. Aunque existen vacunas y tratamientos para el virus del ébola, la OMS recordó que la mortalidad puede llegar hasta el 80 % si no se detecta a tiempo. La institución enfatizó que un tratamiento sintomático temprano, con rehidratación y cuidados específicos, puede marcar la diferencia en la supervivencia de los pacientes.
