
H. Cd. de Chihuahua.- Durante su primer Grito de Independencia como presidenta, Claudia Sheinbaum marcó un giro simbólico en la memoria histórica al nombrar a Josefa Ortiz sin el tradicional “de Domínguez”.
La mandataria explicó que esta decisión responde a la convicción de que las mujeres deben ser reconocidas por sí mismas y no en función de sus esposos. “Las mujeres no somos de nadie”, afirmó, subrayando la importancia de rescatar a las heroínas que la historia oficial relegó a un segundo plano.
En su discurso, Sheinbaum recordó a figuras como Gertrudis Bocanegra, Leona Vicario y Manuela Molina Medina, mujeres insurgentes que dieron su vida, su voz y sus recursos a la causa libertaria. Sobre Josefa Ortiz, destacó que su papel trascendió el célebre “taconazo”, pues continuó luchando toda su vida por la independencia.
La presidenta ligó este gesto a una reflexión personal sobre el uso del “de” en los apellidos femeninos, práctica común en siglos pasados que subordinaba la identidad de las mujeres al apellido del marido. Para Sheinbaum, rescatar el nombre propio de Josefa Ortiz significa dar justicia y autonomía a las protagonistas de la independencia.