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Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
11 de octubre 2025

La transparencia bajo llave | Los periodistas no somos el enemigo | 303 baches al día: la carrera contra el pavimento roto

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En Chihuahua, el dolor de los suicidios sigue golpeando con fuerza, y lo más alarmante es dónde están ocurriendo: hospitales de cadena nacional, STAR MÉDICA o edificios de súper lujo, TORRE AZENZO. Lugares que, en teoría, deberían estar asociados con la salud, el cuidado y altos protocolos para la seguridad a la vida, se han convertido en escenarios de tragedias silenciosas.

Las preguntas son inevitables: ¿qué protocolos existen para prevenir estas situaciones? ¿Qué tan fácil es acceder a los pisos más altos, ventanas o espacios inseguros? Lo cierto es que la respuesta resulta dolorosa: no hay controles reales. Ni filtros, ni barreras, ni medidas mínimas que dificulten lo que debería ser impensable. Y lo más grave: ni una sola clausura, ni un apercibimiento serio por parte de las autoridades.

Mientras tanto, los hospitales y desarrolladores de lujo se lavan las manos y fingen sorpresa, y los gobiernos prefieren mirar hacia otro lado. Como si la tragedia se esfumara con un comunicado frío o con un silencio calculado. Pero no es así: cada vida perdida representa un fracaso colectivo, todos como sociedad estamos fallando.

Hablar de suicidio no es cómodo, pero callarlo es aún peor. Chihuahua necesita medidas urgentes, protocolos estrictos y sensibilidad verdadera. Porque si los espacios que prometen bienestar y modernidad se vuelven trampas de desesperanza, entonces hemos perdido no solo vidas, sino también humanidad.

La indiferencia oficial no debe ser la respuesta. La prevención, la empatía y la acción sí.

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La transparencia bajo llave

Resulta ofensivo e incomprensible que la declaración patrimonial de Hernán “N”, señalado como presunto líder de La Barredora, quede reservada hasta el 2030. ¿En serio? ¿Ocho años para conocer lo que, por obligación, debe ser público?

El pretexto de “procesos judiciales en curso” es una burla. Justo ahora es cuando más urge la transparencia, cuando más se necesita saber si hubo enriquecimiento ilícito, si hubo colusión, si el poder se usó para fines criminales. Lo contrario solo alimenta la sospecha de complicidades, de pactos en lo oscurito y de un sistema que protege a los suyos en lugar de proteger a la sociedad.

Reservar esa información no es un acto administrativo, es un mensaje político: la verdad puede esperar, la ciudadanía no importa y la justicia se acomoda a los tiempos de quienes están en el banquillo. Y ese mensaje indigna porque exhibe, una vez más, que la corrupción no solo vive en los acusados, sino también en las instituciones que deberían combatirla.

La transparencia diferida es opacidad disfrazada. Y en este caso, es una bofetada directa a la confianza pública.

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Los periodistas no somos el enemigo

Mientras el director global de noticias de AFP advierte que el periodismo enfrenta niveles alarmantes de hostilidad, en Parral el alcalde Salvador Calderón, se permite señalar a los reporteros como “malos ejemplos” frente a niños. La ligereza de sus palabras es peligrosa: en un país con 174 periodistas asesinados y 31 desaparecidos desde el año 2000 por ejercer su labor, cada descalificación oficial se convierte en un aliento para la censura y la violencia.

Los reporteros no son un mal ejemplo. Son quienes, día a día, ejercen una labor social indispensable: mantener informada a la ciudadanía, generar pensamiento crítico y poner límites al abuso del poder. Ese mismo poder que, gracias a la democracia y a la libertad de expresión, le permitió a ese alcalde ocupar su cargo.

En tiempos donde informar puede costar la vida, lo mínimo que exigimos es respeto. Porque atacar al periodismo es, en realidad, atacar el derecho de la sociedad a saber. Y eso no debe normalizarse jamás.

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303 baches al día: la carrera contra el pavimento roto

El alcalde Marco Bonilla no ha quitado el dedo del renglón: el programa de bacheo en Chihuahua sigue siendo permanente. Según cifras oficiales, en promedio se atienden 303 baches al día y, desde que arrancó el 7 de julio, ya suman 27 mil 325 reparaciones. Tan solo en lo que va del 2025, el número rebasa los 45 mil 900.

Bonilla lo sabe de sobra: cuando recorre las colonias, la principal demanda ciudadana es la misma de siempre, tener calles en condiciones dignas. Por eso mantiene a las cuadrillas de Obras Públicas trabajando con lupa en cada reporte que llega.

El reto, sin embargo, no está en tapar baches a la carrera ni en presumir cifras, sino en garantizar que esas reparaciones duren y que las vialidades dejen de ser un problema crónico.

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