
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene la mirada puesta en regresar a la Presidencia en 2030, pero enfrenta un debilitamiento progresivo en la captación de votos y la “desbandada” de figuras de alto perfil. Según los Cómputos Distritales del INE, el PRI obtuvo el 13.56% de los votos en 2018, y en 2024 registró solo el 9.54%, lo que lo posiciona como la cuarta fuerza política del país, superada incluso por Movimiento Ciudadano.
Entre las cartas fuertes que suenan para el 2030 se encuentra Alejandro “Alito” Moreno Cárdenas, actual dirigente del partido. Moreno ha generado polémica por su gestión, ya que bajo su liderazgo el partido perdió 11 gubernaturas y se reeligió como dirigente. Presumió que, al ser un exgobernador y senador con 46 años, cumplía con los requisitos para “enderezar el camino del País”.
Otro perfil es Rubén Moreira, actual coordinador del PRI en la Cámara de Diputados. Aunque no ha destapado su interés por abanderar al partido, se ha convertido en un firme opositor a la “supermayoría” de Morena en el Congreso. Moreira fue gobernador de Coahuila entre 2011 y 2017. A la lista se suma Manlio Fabio Beltrones, actual senador sin partido, quien se separó de la bancada del tricolor en 2024 en desacuerdo con la dirigencia de “Alito”. Beltrones fue dirigente nacional del PRI y su renuncia en 2016 se dio tras la primera gran derrota del partido.
Beatriz Paredes Rangel, priista con más de cuatro décadas de trayectoria, también figura como un perfil fuerte. En 2023, la dirigencia de “Alito” anunció su respaldo a Xóchitl Gálvez Ruiz para la candidatura presidencial de Va por México, dejando de lado a la aspirante de su propio partido. La exdiputada asumió su derrota al considerar que los resultados de las encuestas hacían irreversible el triunfo de la otra candidata. Paredes fue la primera mujer gobernadora de Tlaxcala, entre 1987 y 1992.
Recientemente, el PRI desplegó en sus redes sociales una imagen generada con IA, en donde se puede leer un anuncio que promete que “El PRI regresa, encabezará la Presidencia 2030-2036”. No obstante, la intención de Alejandro “Alito” Moreno de renovar la imagen del PRI se enfrenta a una evidente crisis tras las derrotas electorales de los últimos años y el alto nivel de rechazo que el partido ostenta en diversas encuestas.


