
Ian Watkins, exvocalista de la banda británica Lostprophets, murió a los 48 años tras ser víctima de un ataque con arma blanca dentro de la prisión de alta seguridad HMP Wakefield, en Inglaterra. El músico, que cumplía una larga condena por múltiples delitos sexuales contra menores, fue atacado por otros reclusos el sábado 11 de octubre. A pesar de la rápida atención médica, Watkins fue declarado sin vida en el lugar.
La agresión tuvo lugar cerca de las 9:30 de la mañana, poco después de que se abrieran las celdas. Según los reportes, dos internos emboscaron a Watkins y lo apuñalaron gravemente, provocándole heridas mortales. Tras el incidente, la policía de West Yorkshire arrestó a dos hombres, de 25 y 43 años, como sospechosos de asesinato. Un vocero del Servicio Penitenciario del Reino Unido declaró que no emitirán más comentarios mientras continúan las indagaciones sobre el crimen.
Esta no era la primera vez que Ian Watkins sufría un ataque en prisión. En 2023, el cantante fue tomado como rehén durante seis horas por otros internos, quienes también lo agredieron físicamente. La prisión HMP Wakefield, conocida popularmente como “Monster Mansion”, alberga a algunos de los delincuentes más peligrosos del país.
Ian Watkins fue condenado a 29 años de prisión en diciembre de 2013, más seis años bajo libertad condicional. Los cargos incluían tentativa de violación de un menor de 13 años y conspiración para violar a un bebé. El músico admitió varios de los cargos, incluyendo la producción y posesión de material de abuso infantil.
Su caso generó gran indignación pública, y el director nacional de la NSPCC (Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad hacia los Niños) en Gales, Des Mannion, enfatizó que “Watkins usó su fama y estatus mundial para manipular personas y abusar sexualmente de niños”.