Ciudad Juárez, Chih.- En un golpe relevante contra el crimen organizado y el narcotráfico en el norte del país, autoridades federales y estatales capturaron a Leonardo Daniel Martínez Vera, alias “El Pato”, identificado como líder de la célula criminal conocida como “La Mayiza” y operador directo del Cártel de Sinaloa en el estado de Chihuahua.
La detención se efectuó el 15 de octubre de 2025 en Ciudad Juárez, como resultado de un operativo conjunto que incluyó labores de inteligencia nacional, despliegue táctico y colaboración con agencias de seguridad de Estados Unidos, según confirmó la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
De acuerdo con los reportes oficiales, Martínez Vera era considerado uno de los principales generadores de violencia en la región fronteriza, con influencia operativa en el Valle de Juárez, la Sierra Tarahumara y zonas limítrofes con Durango y Sonora.
Su historial criminal incluye tráfico de drogas, homicidios, extorsiones y desapariciones forzadas, además de la coordinación de ataques armados contra grupos rivales para asegurar el control de rutas estratégicas de trasiego de estupefacientes.
Durante la intervención, en la que participaron elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional (GN), la Fiscalía General de la República (FGR) y la Secretaría de Seguridad Pública del Estado (SSPE), fueron aseguradas armas largas, vehículos y equipos de comunicación utilizados por la célula de La Mayiza para sus operaciones delictivas.
La captura fue registrada oficialmente en el Registro Nacional de Detenciones (RND), aunque las autoridades han mantenido bajo reserva los detalles logísticos del operativo, por razones de seguridad y de investigación.
Martínez Vera fue trasladado a instalaciones de la Fiscalía General del Estado (FGE), donde permanece bajo custodia mientras se formalizan los cargos en su contra por delitos relacionados con delincuencia organizada y contra la salud.
De acuerdo con fuentes de inteligencia, La Mayiza funcionaba como brazo táctico del Cártel de Sinaloa en los estados de Chihuahua y Durango. Bajo el mando de “El Pato”, esta estructura criminal se dedicaba a controlar rutas de tráfico de drogas, reclutar jóvenes para actividades ilícitas y ejecutar acciones violentas contra organizaciones rivales, principalmente en Guadalupe y Calvo, Madera y el Valle de Juárez.
Su grupo mantenía una estrecha relación con la familia criminal de Los Cabrera Sarabia, una de las facciones más antiguas y poderosas dentro del Cártel de Sinaloa, con presencia en la Sierra Madre Occidental. Los Cabrera han sido señalados por las autoridades federales como responsables de múltiples masacres, desplazamientos forzados y del control territorial de zonas productoras y de trasiego de droga en Durango y Chihuahua.