Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
10 de diciembre 2025

El negocio de los accesorios | El mundo al revés… versión Morena | El PAN y su apertura a ciudadanos

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El negocio de los accesorios

Pues sí, el coordinador de Morena, Cuauhtémoc Estrada Sotelo, no anda tan errado, lo que está pasando con los cobros de revalidación vehicular en Chihuahua raya en lo inmoral. Y no porque no se tenga que pagar (todos sabemos que el coche no debe moverse sin placas), sino porque el gobierno se está pasando de vivo con eso de los accesorios.

Resulta que hay gente que debe hasta 15 mil pesos solo por este año, sin deber nada de los anteriores. ¿Cómo se explica eso? Fácil, entre multas, recargos, requerimientos y los famosos accesorios se volvieron un jugoso negocio estatal. Le cambian el nombre para que suene técnico, pero en la práctica es el clásico, te atrasaste, ahora págame el doble.

Así que, legales si son , pero algo tienen de inmorales. Porque una cosa es cumplir con la ley, y otra muy distinta es ordeñar al contribuyente hasta dejarlo seco.

Al final, los únicos que salen perdiendo son los de siempre, los que pagan. Y los que ganan, también son los de siempre, los que inventan la letra chiquita de los accesorios.

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El mundo al revés… versión Morena

Parece que en la 4T ya no hay líneas, ni coherencia, ni memoria. El expresidente López Obrador desapareció el Fonden diciendo que era un barril sin fondo de corrupción y que había quienes se enriquecían con las desgracias del pueblo. Lo dijo, lo repitió y lo celebraron como una victoria moral.

La presidenta Claudia Sheinbaum, fiel al guion, también remató, defender el Fonden es como defender la corrupción.
Hasta ahí todo cuadraba, hasta que el exdirector del mismísimo Fonden, José María Tapia Franco, apareció ahora como flamante aspirante a la gubernatura de Querétaro ¡por Morena y sus aliados!

Sí, leyó bien, el hombre acusado de desvíos millonarios, de contratos inflados, de apuestas en Las Vegas mientras Guerrero se inundaba, y de vender ventiladores con sobreprecio durante la pandemia, ahora es bienvenido en el movimiento que juraba acabar con todo eso.

O sea, el mismo que encarnaba lo que estaba mal ahora es la nueva esperanza. Si eso no es el mundo al revés, no sé qué lo sea.

Mientras tanto, el país sufre huracanes, inundaciones y tragedias sin tener un fondo de emergencia como el Fonden, porque según dijeron, se robaban el dinero. Pero los que supuestamente se lo robaban, ya están adentro del partido que lo eliminó.

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El PAN y su apertura a ciudadanos

El Partido Acción Nacional anunció que se abre a las candidaturas ciudadanas, y la noticia, al menos de entrada, suena bien. En teoría, es un paso hacia la inclusión, hacia escuchar otras voces y reconocer que la sociedad civil tiene mucho que decir y aportar. Pero como siempre en política, el diablo está en los detalles.

Por el lado positivo, el PAN parece entender que ya no alcanza con los mismos apellidos de siempre ni con los mismos discursos reciclados. La gente está cansada de las caras de siempre y de las promesas huecas. Abrirse a los ciudadanos podría significar oxígeno fresco, gente con credibilidad, sin pasado oscuro y con ganas de servir más que de servirse. En un país donde la política tradicional perdió confianza, esa jugada puede parecer audaz, incluso inteligente.

Pero por el lado negativo, la historia reciente nos enseña que muchas veces estas aperturas no son más que maquillaje electoral, es decir, invitan ciudadanos, sí, pero solo aquellos que no incomodan al grupo en el poder interno. Se habla de puertas abiertas, pero las llaves siguen en los mismos bolsillos. Además, los llamados candidatos ciudadanos terminan subordinados a la vieja estructura partidista, lo que veremos no será una renovación, sino una simulación más con otro empaque.

El verdadero reto del PAN no es solo permitir que los ciudadanos se postulen, sino dejarlos decidir, actuar y transformar sin amarrarlos a las viejas prácticas de control político. De lo contrario, la apertura se quedará en discurso, y los electores volverán a darse cuenta, como ya tantas veces, de que el cambio prometido era solo un espejismo azul.

En tiempos donde la gente exige autenticidad y resultados, abrirse a los ciudadanos no debería ser una estrategia, sino una convicción. Porque si no es de a devis, terminará siendo otra puerta giratoria de intereses disfrazados de participación.

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