Un ataque con drones ucranianos alcanzó durante la madrugada del domingo una planta de procesamiento de gas en la región de Oremburgo, a 1,200 kilómetros al sureste de Moscú, provocando un incendio y obligando a suspender los envíos de gas desde Kazajistán. Este nuevo golpe afecta directamente a la infraestructura energética rusa.
El gobernador regional, Yevgueni Solntsev, informó en su canal de Telegram que drones de las Fuerzas Armadas de Ucrania intentaron atacar la instalación. La infraestructura de la planta de gas resultó parcialmente dañada y el ataque provocó un incendio. La planta de Oremburgo, operada por el gigante estatal Gazprom, es una de las instalaciones de producción y procesamiento más grandes del mundo.
Las autoridades de Kazakhstan informaron del corte de suministro a la planta de Oremburgo, citando una notificación de Gazprom.
El Ministerio de Energía de Kazajistán indicó que la planta no puede procesar temporalmente gas originario del yacimiento de Karachaganak. Las autoridades kazajas añadieron que la parte rusa aún no ha proporcionado información sobre los daños ni el plazo para restablecer las operaciones.
El Estado Mayor de Ucrania declaró en un comunicado que se había producido un “incendio a gran escala” en la planta de Oremburgo y que una de sus unidades de procesamiento y purificación de gas resultó dañada. Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso notificó el derribo de 45 drones ucranianos durante la noche en varias regiones, incluyendo Samara y Sarátov.
