PARÍS.- Un audaz robo ha sacudido al Museo del Louvre, en París, luego de que un grupo de al menos tres individuos encapuchados lograra sustraer nueve joyas de “valor inestimable” de la emblemática Galería de Apolo, reconocida por albergar los legendarios Diamantes de la Corona. El asalto ocurrió en plena jornada con visitantes presentes, quienes vivieron momentos de pánico al presenciar la irrupción y huida de los delincuentes. El operativo fue ejecutado con una precisión milimétrica: los ladrones accedieron por una zona en obras junto al Sena, utilizaron un montacargas para alcanzar la sala y rompieron las vitrinas sin activar ninguna alarma.
Las autoridades han desplegado un amplio dispositivo policial para dar con los responsables del golpe, que logró poner en jaque la seguridad de uno de los museos más prestigiosos y vigilados del mundo. Según informaron medios locales, entre las joyas robadas figuran collares, tiaras y broches pertenecientes a la colección de Napoleón y la emperatriz Eugenia. Afortunadamente, el Régent —uno de los diamantes más famosos del mundo, de 140 quilates— no fue sustraído. La policía ha confirmado que una de las piezas fue recuperada tras caer durante la fuga de los asaltantes en motocicleta.
El robo ha conmocionado tanto a expertos en arte como a las autoridades francesas, que temen que el botín pueda ser reducido a lingotes, como ocurrió recientemente con el oro robado del Museo de Historia Natural. La Galería de Apolo, además de ser una sala de exposición, es un símbolo del poder monárquico francés, decorada por artistas como Charles Le Brun y concebida por Luis XIV. El hecho de que este espacio, considerado uno de los más valiosos patrimonios artísticos de Europa, haya sido vulnerado, plantea nuevas interrogantes sobre la seguridad del patrimonio cultural en el siglo XXI.