CDMX.- Han pasado seis años desde la tragedia que marcó a la familia LeBarón y al país entero. Julián LeBarón reflexionó sobre este tiempo transcurrido y aseguró que, pese al paso de los años, la justicia sigue siendo una deuda para la mayoría de los mexicanos. “El dolor nos ha tocado a todos. No hay quien no tenga una historia cercana de terror”, afirmó. Para LeBarón, el sufrimiento que atraviesa México ha generado tanto rabia como nobleza, pero insistió en que el cambio solo será posible cuando la ciudadanía deje de encubrir con su silencio a quienes ostentan el poder y ejercen la violencia.
En su análisis, LeBarón consideró que el país se encuentra en una situación aún más grave que hace seis años. “Estamos peor”, dijo, al referirse a la creciente militarización del país y al uso de las instituciones para imponer políticas con las que —asegura— la mayoría de la población no está de acuerdo. También denunció la concentración del poder político en un solo partido, al que acusó de haber obtenido una “mayoría artificial” con apoyo del INE y del Tribunal Electoral. Según el activista, esa concentración ha derivado en un control casi total sobre la justicia, la seguridad y los recursos nacionales.
Al cumplirse un nuevo aniversario del ataque contra su familia, LeBarón hizo un llamado a la acción colectiva y a la responsabilidad ciudadana. “Votar no puede ser un cheque en blanco”, advirtió, señalando que los mexicanos deben aprender a exigir consecuencias a los funcionarios que fallan en su deber de garantizar seguridad y justicia. En cuanto al caso de su familia, detalló que hay entre 28 y 31 personas detenidas, pero ninguna sentencia firme. “El Poder Judicial en nuestro país es un fraude absoluto”, sentenció, recordando que la lucha por la justicia no solo compete a las víctimas, sino a toda la sociedad mexicana.
