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Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
7 de diciembre 2025

Basta de excusas, que vuelvan los retenes YA y que la ley se aplique con todo su peso…

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La madrugada de este domingo Chihuahua despertó con otra semana empañada por la tragedia, al menos dos jóvenes perdieron la vida en un aparatoso choque en la carretera Chihuahua–Juárez y, en distintos puntos de la ciudad y sus alrededores, se registraron más accidentes fatales que llenan de dolor a familias enteras.

No son números, son padres que ya no volverán a ver a sus hijos, jóvenes y adultos que no despertarán mañana y, comunidades que afrontan la consecuencia más brutal de la irresponsabilidad al volante. Frente a esto, ya no caben medias tintas ni debates de laboratorio sobre si los retenes funcionan o si esto es para sacar dinero. Si algo ha quedado claro es que priorizar vidas debe pesar más que cualquier argumento administrativo.

Los retenes preventivos, bien colocados, transparentes y con protocolos claros, salvan vidas. Lo demuestra la experiencia en múltiples ciudades, cuando hay control, cuando se hacen pruebas de alcoholemia y se detiene a conductores en estado de ebriedad, disminuyen los siniestros mortales. Hoy, ante la cadena de accidentes en carreteras y avenidas que se reportan en Chihuahua, exigir el regreso inmediato de operativos de control no es una propuesta ideológica, es una necesidad pública.

A quienes gritan es recaudatorio les decimos, no es momento de argucias políticas. Si el argumento es combatir la inseguridad vial, que no falte la valentía administrativa y policial para aplicar la ley sin dos pesos de piedad para las excusas.

Pero ojo, aplicar la ley no significa arbitrariedad. Significa procedimientos correctos, pruebas de alcoholemia homologadas, cadena de custodia, respeto al debido proceso, sanciones firmes y cero mordidas; cuando las pruebas demuestran responsabilidad, que así sea, que la ley se aplique sin indulgencias.

También hay que ser claros con la ciudadanía, los retenes no son un fin en sí mismos, sino una herramienta. Deben ir acompañados de:

• Campañas educativas y de prevención en escuelas, centros de trabajo y bares.

• Señalización vial, mantenimiento de carreteras y reducción de puntos negros.

• Coordinación real entre municipio, estado y Guardia Nacional para vigilancia en carreteras.

Hoy no estamos pidiendo permisos, estamos pidiendo acción. Que regresen los retenes, que se realicen las pruebas con transparencia y que, cuando se demuestre el exceso de alcohol o velocidad, se lleve a quien corresponda ante la autoridad y la justicia siga su curso. Que nadie confunda humanidad con permisividad, la tolerancia con la imprudencia cuesta vidas.

Al final, la verdadera pregunta es simple y brutal ¿qué valor tiene una política pública que no protege a la gente? Chihuahua necesita menos discursos y más retenes, menos excusas y más sanciones, pero siempre dentro del marco legal, para que los fines de semana no sigan convirtiéndose en tragedias anunciadas. Los chihuahuenses merecemos calles más seguras; empecemos por donde debe empezar la autoridad, gobierne para salvar vidas, no para justificar omisiones.

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