H. Cd. de Chihuahua.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a generar controversia tras ordenar la demolición del ala este de la Casa Blanca sin previo aviso. La medida, que busca hacer espacio para un nuevo salón de baile, ha sido duramente criticada por conservacionistas e historiadores, quienes la ven como una muestra de su desdén por las tradiciones.
Trump, quien ya había redecorado el Despacho Oval con acabados dorados y promovido la orden “Hacer que la arquitectura federal vuelva a ser bella”, defendió su decisión como parte de su visión para “modernizar” la sede presidencial.
Según una encuesta de ABC News/Washington Post, el 56% de los estadounidenses rechaza la demolición. Mientras tanto, el costo del proyecto asciende a 300 millones de dólares y sigue aumentando.



