Clarissa, de 22 años de edad, fue asesinada la noche del viernes cuando regresaba de la tienda y se disponía a entrar a su casa, en San José de Gracia, Aguascalientes.
“Que ella nomás llega al portón y ahí es donde le dan el disparo, y ella cae para adentro abriendo el portón con el cuerpo. Ella cae ya muerta. El disparo fue certero”, explicó José Méndez, papá de Clarissa.
Sus familiares señalan como presunto responsable a su expareja, Salvador “N”, de 25 años, con quien sufrió violencia y tenía orden de protección, tras intentar quemarla.
“No se supo que la golpeara, pero sí la maltrataba psicológicamente y verbalmente. Empezó a rociar gasolina alrededor de la cama, intentando quemarla, pero en eso, con la algarabía y los gritos, quizás por su temperamento, entraron el hermano, con quien estaba tomando, y la mamá, y lo controlaron”, añadió el papá de Clarissa.
Salvador fue presentado para rendir su declaración; pero, la Fiscalía del Estado dijo no tener elementos que lo incriminen.
“No fue un fantasma, el que le disparó”, destacó el papá de Clarissa.
José Méndez considera que Salvador se escondió en un lote inhabitable frente a su casa y desde ahí disparó, al tener conocimiento de que a un costado de la casa hay cámaras del C5.
“Siempre la andaba hostigando y la amenazaba”, añadió una amiga de Clarissa.
Algunos vecinos refieren que vieron a Salvador ese día afuera de una tienda en otra comunidad cercana; incluso quedó grabado.
Familiares y amigos despidieron a Clarissa con la exigencia de justicia.
“Que investiguen, que hagan su trabajo, que se haga justicia”, agregó el papá de Clarissa.



