
Morena le pone un alto a Corral
Parece que cada cierto tiempo alguien debe recordarle al exgobernador Javier Corral cuál es su lugar en la política chihuahuense actual. Y esta vez, el recadito vino desde la bancada de Morena en el Congreso local, cuyo coordinador no se guardó nada para responder a los señalamientos del exmandatario.
Corral calificó a los diputados morenistas como prestanombres de la corrupción por haber respaldado la reelección de Héctor Acosta como titular de la Auditoría Superior del Estado. Una acusación fuerte, pero que recibió un regreso aún más fuerte.
El líder de Morena Cuauhtémoc Estrada en el congreso local, fue claro, contundente y, para Corral, seguramente incómodo;
los diputados responden a la gente que los eligió, no a los berrinches, caprichos y fobias del exgobernador.
Así, sin adorno, sin diplomacia y sin necesidad de retorcer el lenguaje.
El coordinador lo remató recordando algo que a Corral le cuesta aceptar, él ya no gobierna aquí, tiene funciones en el Senado, mientras que las decisiones del Congreso las toman quienes hoy sí están frente a los electores.
Sobre la elección de Héctor Acosta, la bancada morenista justificó su voto, coincidencias y desencuentros sí hubo, pero en la balanza, dicen, pesó más la idoneidad y los resultados de su gestión.
El mensaje está dado;
En Chihuahua, cada vez que Corral intenta meterse a la conversación política local, alguien termina acomodándolo de vuelta en su lugar. Y esta vez, fueron los diputados de Morena quienes lo sentaron con precisión quirúrgica.
Porque una cosa es opinar desde la distancia, y otra muy distinta es pretender seguir dictando línea como si todavía mandara.
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Abelardo Valenzuela, otro que se lame los bigotes esperando la caída de Corral
Hay quienes hablan del exgobernador Javier Corral desde la crítica política, otros desde el análisis y luego está Abelardo Valenzuela, Fiscal Anticorrupción, que cada vez que le preguntan del tema no puede evitar que se le noten las ganas, casi tiembla de la emoción, de ver cómo se desploma la última defensa del hoy senador.
Valenzuela no solo confirmó que Corral sigue intentando quitarle a Chihuahua la carpeta de investigación por presunto peculado de 98.6 millones, sino que volvió a dejar claro que él, su Fiscalía y sus abogados están listos para impedirlo hasta la última instancia. Y lo dice como quien ya afila el cuchillo.
El fiscal presume, con evidente satisfacción, que ya ganaron suspensión provisional y suspensión definitiva para evitar que la FGR, con ayuda del juez Alcoberde, les arrebate el expediente. Y lanza un mensaje que suena más a advertencia que a simple postura legal:
“No vamos a entregar esa carpeta. Por más alarde que haga el imputado.”
La narrativa de Valenzuela es contundente, Los delitos ocurrieron antes de que Corral fuera senador.
Son delitos presuntamente cometidos en Chihuahua.
Y, según él, llevarse las carpetas a la Ciudad de México sería una maniobra descarada para protegerlo.
Pero la parte más sabrosa, y más sincera, fue cuando le preguntaron sobre la posible eliminación del fuero. Ahí ya ni disimuló,
En cuanto se elimine, solicitamos la ejecución de la orden de aprehensión al día siguiente.
Traducción libre: nomás digan rana…
La insistencia, el tono, la vehemencia y el discurso pintan un escenario claro, Valenzuela es otro más que trae el expediente bajo el brazo y que, cada vez que ve una cámara, parece relamerse los bigotes ante la posibilidad de que Corral finalmente caiga.
Porque una cosa es perseguir delitos, y otra muy distinta es esperar la caída de un político como quien espera que salga el pan del horno.
Y en el caso del fiscal anticorrupción,
la línea entre justicia y gusto personal parece hacerse cada vez más delgada.
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Maru no suelta el tema del agua
La gobernadora Maru Campos volvió a levantar la voz y a dejar claro que no piensa quitar el dedo del renglón en la defensa del agua de Chihuahua. Y esta vez, su mensaje no fue diplomático ni disfrazado, fue un llamado directo a los legisladores de Morena para que se abstengan y voten en contra de la nueva Ley de Aguas que permanece atorada en la Cámara de Diputados y que, según advirtió, podría golpear a todo el estado.
Maru señaló que la reforma hídrica no solo afectaría al campo y al abastecimiento urbano, sino que además pegaría en la economía de Chihuahua entera, incluida Ciudad Juárez, donde ya existe tensión por el cierre de puentes fronterizos. La gobernadora insistió que, de aprobarse la ley tal como está, se comprometerían inversiones, empleos e incluso la actividad productiva de la industria y el campo, dos de los motores económicos del estado.
La mandataria fue clara, ojalá que los diputados y senadores de Morena se abstengan y voten en contra de esta ley que nos quita el agua.
Maru Campos dejó ver que tanto actores locales como estatales están tratando de modificar el texto legislativo para evitar un impacto directo en el suministro y en la operación de empresas y municipios. Pero mientras la iniciativa siga viva en comisiones, la gobernadora seguirá presionando públicamente.
Lo cierto es que, con esta postura, Maru no solo defiende una bandera técnica o administrativa, está trazando una línea política muy clara. Está diciendo que quien vote a favor de la reforma hídrica será responsable de un eventual desabasto, de la pérdida de competitividad y de una afectación directa a miles de chihuahuenses.
Y así, entre llamados, advertencias y la presión creciente del campo y la industria, Maru Campos dejó en el aire una pregunta que pesa;
¿Responderá Morena a la demanda de Chihuahua… o se alineará a la agenda centralista que amenaza con dejar al estado sin agua?


