El Senado recibió la iniciativa de la presidenta Claudia Sheinbaum para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, informó la presidenta de la Cámara legislativa, Laura Itzel Castillo.
“Acabamos de recibir en el Senado una iniciativa histórica que responde a una de las demandas más sentidas de las personas trabajadoras: la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales”, escribió la legisladora en redes sociales.
Agregó que esta iniciativa es una muestra de sensibilidad y compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum con el pueblo de México y añadió que es un paso firme hacia una vida laboral más justa, digna y equilibrada.
Marath Bolaños, secretario de Trabajo y Previsión Social, afirmó que la reducción de la jornada laboral de dos horas podría comenzar a aplicarse en el país a partir del próximo año y que se irá reduciendo dos horas por año, hasta el 2030, cuando se llegue a la meta final de las 40 horas semanales.
“Con la reducción de la jornada ordinaria de trabajo de 48 a 40 horas, se hace realidad la disposición de mayor tiempo para las y los trabajadores para utilizarlo en descanso, en actividades de recreación, garantizando con ello condiciones de trabajo dignas y también mejora en la productividad”, expuso.
Además de la temporalidad, la propuesta introduce criterios rígidos sobre el tiempo extraordinario para evitar la precarización laboral bajo el nuevo esquema. Se estipula que las horas extra serán estrictamente voluntarias y se pagarán al doble del salario ordinario. La normativa impone nuevos candados: no podrán exceder las cuatro horas diarias, ni realizarse más de cuatro días a la semana, manteniendo un tope máximo de 12 horas extraordinarias semanales.
Finalmente, el documento incorpora una prohibición absoluta: las personas menores de edad no podrán realizar horas extraordinarias bajo ninguna circunstancia. Para garantizar el cumplimiento, la STPS exigirá a las empresas llevar registros detallados de jornadas ordinarias y extraordinarias, medida orientada a facilitar la verificación por parte de la autoridad laboral y asegurar que el objetivo de mejorar la conciliación entre vida laboral y personal se cumpla sin abusos.
