
Un médico de California fue sentenciado a 30 meses de prisión federal por suministrar ketamina a Matthew Perry en los meses previos a la muerte del actor. Se trata del doctor Salvador Plasencia, uno de los cinco acusados investigados por el gobierno de Estados Unidos en torno a la red que facilitaba el acceso del intérprete a sustancias controladas.
Perry, conocido mundialmente por su papel como Chandler Bing en Friends, murió en octubre de 2023 a los 54 años. La autopsia reveló niveles letales de ketamina en su organismo. La investigación posterior rastreó cómo el actor obtuvo el anestésico a través de proveedores que operaban fuera de las vías legales.
En la audiencia de sentencia, realizada en una corte federal de Los Ángeles, varios miembros de la familia de Perry hablaron directamente al juez y al acusado.
Su madre, Suzanne Morrison, leyó mensajes de texto incluidos en el expediente judicial donde Plasencia se refiere a Perry con insultos y discute cuánto podría pagar el actor por las sustancias.
Morrison dijo que el médico incumplió su deber profesional: “Hizo un juramento para proteger a las personas. Debió haber protegido a mi hijo”.
La familia calificó a Plasencia como el “más responsable” entre los involucrados y pidió una sentencia severa.
Plasencia también se dirigió a la familia durante la audiencia. Expresó arrepentimiento y dijo no tener excusas por su conducta: “Debí haberlo protegido, como dijo su madre. Lo siento mucho”.
El médico se había declarado culpable en verano de cuatro cargos de distribución de ketamina, delitos que podían alcanzar hasta 40 años de cárcel. Sin embargo, la fiscalía solicitó tres años y el juez determinó finalmente una pena de 30 meses, además de una multa de 5 mil 600 dólares.
Tras la audiencia, Plasencia fue puesto bajo custodia federal de inmediato.
El expediente federal incluye a otras cuatro personas: un segundo médico, el asistente personal de Perry, y dos individuos acusados de suministrar la dosis que resultó letal. Todos ellos se han declarado culpables y serán sentenciados en los próximos meses.
Matthew Perry habló abiertamente durante años sobre su historial de adicciones y sus intentos de rehabilitación. Aunque estaba recibiendo atención médica y terapéutica, los fiscales sostienen que el suministro ilegal de ketamina por parte de Plasencia y otros contribuyó a un patrón de riesgo que terminó en su muerte.
Antes de la sentencia, su padre, John Perry, y su madrastra enviaron una carta al juez señalando que la recuperación del actor dependía de que los profesionales de salud se negaran a alimentar su acceso a drogas.
“La pérdida nos devastó. Él iba a ser el próximo patriarca de nuestra familia”.


