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Un trabajador en España fue despedido mientras permanecía en una Unidad de Terapia Intensiva por una emergencia cardiaca, luego de que su empresa argumentara que “no avisó” sobre su hospitalización. El caso, ocurrido en 2022, llegó a un juzgado de Girona, donde se determinó que el despido vulneró las leyes de igualdad y no discriminación, al no considerar la situación médica del empleado. Tras meses de litigio, la justicia declaró el despido improcedente y ordenó a la empresa indemnizarlo con más de 15 mil euros por daño moral, pagar los salarios dejados de percibir y reincorporarlo a su puesto, subrayando la importancia de proteger los derechos de los trabajadores enfermos.
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