El hijo mayor del expresidente Andrés Manuel López Obrador, José Ramón López Beltrán, se convirtió nuevamente en tendencia este 24 de diciembre tras la difusión de un video donde se le observa saliendo de la exclusiva tienda Loro Piana en un centro comercial de Houston, Texas. La grabación, que rápidamente se viralizó en redes sociales, ha sido utilizada por legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) para cuestionar la coherencia entre el discurso de “austeridad republicana” impulsado por el movimiento de Morena y el nivel de vida de la familia del exmandatario.
Los críticos en San Lázaro exigieron una vez más que se aclare el origen de los ingresos que permiten al primogénito de López Obrador realizar compras en establecimientos donde los precios de las prendas pueden alcanzar miles de dólares, calificando la escena como una contradicción moral frente a la narrativa política que impera en México.
Por su parte, Carolyn Adams, esposa de López Beltrán, salió en defensa de su familia a través de mensajes en Instagram, donde rechazó las críticas y aseguró que cuentan con los recursos necesarios producto de su trabajo privado. Adams fue enfática al señalar que nadie tiene la “autoridad moral” para cuestionar sus desplazamientos o consumos, argumentando que sus actividades son legales y que la exposición mediática de sus hijos menores es inaceptable.
Mientras la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se mantiene en silencio respecto a las peticiones de investigación de la oposición, el incidente cierra el año 2025 como un recordatorio de la persistente lupa pública sobre los descendientes del expresidente, quienes continúan siendo el epicentro de las discusiones sobre el estilo de vida de la élite política mexicana de cara al 2026.


