La gobernadora Maru Campos concedió una entrevista a la periodista Bibiana Belsasso del periódico La Razón, en la cual abordó asuntos de su vida privada.
Tales como los planes de boda con el empresario Víctor Cruz y la muerte de su hermano Guillermo en un accidente carretero.
La entrevistadora supo ganarse la confianza, al tocar fibras sensibles de la vida de la mandataria.
Aquí parte de la entrevista:
BB: Dos nombres muy personales en tu vida que son tus grandes amores, Pecu y don Víctor.
MC: Pecu es un perrito yorkie terrier que tiene cinco años conmigo, todo mundo lo conoce y es muy amigable y amigo de todo mundo y yo creo que deberíamos ponerlo en campaña y eso me ha hecho muy animalista, fíjate.
BB: ¿Y Víctor?
MC: Víctor es mi prometido…
BB: ¿Ese anillo que traes te lo dio Víctor?
MC: Sí, este anillo me lo dio Víctor. Tengo un año de relación con él, nos vamos a casar próximamente y bueno, yo estoy muy feliz, muy enamorada porque creo que es un complemento.
BB: ¿A qué se dedica Víctor?
MC: Él es empresario, tiene tres hijos, tiene 10 nietos, 2 nueras preciosas, a los cuales les agradezco enormemente que me hayan abierto la puerta de su familia.
BB: ¿Cuál ha sido el día más feliz de tu vida?
MC: Yo creo que no un día en especial, yo creo que todos los días o la mayoría de los días tienen algo muy especial. Cuando yo veo que el Gobierno del estado o Maru Campos lograron evitar el dolor de una persona o familia.
BB: ¿El más triste?
MC: La muerte de Guillermo, mi hermano. Fíjate, yo era muy amiga de Juan Camilo Mouriño, era entonces diputada federal, había mucha cercanía, fallece Juan Camilo, al año siguiente en la misma fecha en noviembre también muere el secretario de Gobernación Blake y entonces le digo a Guillermo, mi hermano: “Acompáñame al funeral a Campo Marte”, porque eran muy tristes los funerales en Campo Marte, me dice: “Sí, claro, hermana, ahí voy”, y el día que él regresa a trabajar a Chihuahua, sufre la embestida de un Torton y muere inmediatamente, me toca a mí llegar al hospital primero, antes que mi mamá, verlo en el cuarto de shock ya fallecido y decirle a mi mamá cuando llega: “Guillermo murió”. Entonces, es el día más triste, definitivamente.