Menos faramalla y más acción en el sector salud es lo que se necesita en Chihuahua y en México; después de acostumbrarnos en llamar “héroes” a los trabajadores de los hospitales, clínicas, etc.. las autoridades les han abandonado, y el recurso destinado es mínimo si lo comparamos con las necesidades que tenemos en la era postpandemia.
Recientemente el secretario de salud de gobierno del estado Felipe Sandoval así sin mucha pena, indicó que en los hospitales públicos de Chihuahua hay un 60% de abasto de medicamentos. Un porcentaje verdaderamente preocupante y más preocupante que la meta sea llegar al 80%.

No hablamos solo de medicamentos superespeciales y difíciles de conseguir, hablamos -hágame usted favor- de Ibuprofeno y paracetamol. El motivo del poco abasto de medicamentos son los procesos de licitación que siguen siendo tardados, engorrosos y con normatividad arcaica.
El sector salud está verdaderamente enfermo, en 2023 no hay proyectos para la construcción de hospitales, salvo uno en Ciudad Juárez que está inconcluso, hay desabasto de medicamentos, pocos insumos y condiciones laborales que no alcanzan a ser óptimos para médicos, enfermeros, y trabajadores en general de los hospitales que ya se encuentran rebasados ante la demanda de atención,, ya mejor ni hablamos de lo que dura una persona para sacar cita con especialistas en el IMSS, solo de saberlo le pueden salir úlceras del coraje.
En tanto que la gobernadora anunció que inyectarán recursos para incrementar sueldos y prestaciones de los oficiales de custodia penitenciaria, existe una urgente necesidad de arreglar el desorden en cuanto a la atención médica que tienen derecho.
Y es que desde hace seis años hay vacas flacas en el Ichisal en cuyos hospitales no hay medicamentos, insumos y otros materiales quirúrgicos, tampoco hay disponibilidad de ambulancias para los trabajadores carcelarios.
Tal es la situación que ventiló en redes sociales la oficial Gómez Contreras, adscrita al sistema penitenciario, quien asegura pese al riesgo de su trabajo no tienen un servicio médico digno.
De hecho, la joven de 38 años, se tuvo que ir hasta la justicia federal para obtener el amparo 2607/2022 que le permite obtener la atención que necesita, luego de un largo peregrinar por materiales de curación y medicamento, cirugías pospuestas y falta de sensibilidad en el sistema de salud. Ella misma no sabe cómo se puede llegar a tanto, siendo servidora pública.
Gómez enfrenta serias secuelas de un accidente de hace 10 años, ahora, gracias a la falta de una atención de calidad, se encuentra postrada en su cama sin un fragmento de cadera; no puede trabajar.
En meses pasados, la funcionaria logró recabar 190 mil pesos producto de actividades y donaciones para una prótesis, pero lo que ha venido después es denigrante.
Como dijimos, los testimonios de celadores que batallan por un buen servicio médico suman casi cientos, quienes esperan que, con la reorganización anunciada, les haga justicia la revolución, primero en cuestión de salud, situación salarial y un ambiente laboral más humanizado.
Tiraron a león al exgobernador Javier Corral por el amago de su inminente renuncia al Partido Acción Nacional, ni la gobernadora Maru Campos, ni el alcalde Marco Bonilla, ni los dirigentes del partido a nivel local Gabriel Díaz y Alfredo Chávez perdieron el suelo por el anuncio de su examigo.
Los panistas que hoy están encumbrados indicaron que Javier Corral es solo un número menos en el padrón y que desde hace rato no era considerado parte del partido por su forma de actuar en la pasada elección en la que se inclinó a Morena, no abundaron más en eso.
Aun no se sabe a ciencia cierta cuando se irá Corral, ni a dónde, lo que sí se espera es un montón de palabrería interesante de la que está acostumbrado a verter…
Hata aquí la Chirrionera que muerde, pero no mata