Chihuahua, Chih.- Cuando hablamos de deportes extremos, muchos imaginan adrenalina y emoción, pero algunos llevan estos conceptos al límite, convirtiéndose en verdaderos desafíos a la supervivencia. Uno de los deportes más peligrosos del mundo es el base jumping, una modalidad de paracaidismo extremo que implica lanzarse desde edificios, antenas, puentes o acantilados, utilizando un paracaídas que se despliega a escasa distancia del suelo.
A diferencia del paracaidismo tradicional, el base jumping deja muy poco margen de error: el saltador debe reaccionar rápido y tomar decisiones precisas en segundos. Esto lo convierte en uno de los deportes más letales, ya que incluso un pequeño fallo en el equipo o una mala maniobra pueden ser fatales.
Según estadísticas, este deporte tiene una alta tasa de mortalidad y ha cobrado la vida de varios atletas experimentados.
Para aquellos que practican el base jumping, la adrenalina y el sentimiento de libertad compensan el riesgo. Sin embargo, esta actividad sigue siendo considerada ilegal en muchos lugares debido a su peligrosidad.
¿El resultado? Una práctica que es tanto un espectáculo impresionante como una de las actividades deportivas más riesgosas del mundo.