Donald Trump anunció la firma de un decreto que permitirá la cancelación de visados y la deportación de estudiantes extranjeros que participen en protestas propalestinas en Estados Unidos. La medida, justificada como un esfuerzo contra el antisemitismo, ha generado rechazo entre organizaciones de derechos civiles, que la califican como un ataque a la libertad de expresión.
Según el documento oficial, el Departamento de Justicia tomará “acción inmediata” contra lo que considera un aumento del antisemitismo tras el ataque de Hamás contra Israel en octubre de 2023. Trump advirtió que, de ganar las elecciones en 2025, su administración rastreará y deportará a cualquier extranjero que haya participado en manifestaciones “proyihadistas”. Además, ordenó la revocación inmediata de visados para estudiantes que apoyen a Hamás y la aplicación de sanciones civiles y penales contra los responsables de actos antisemitas.
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Diferentes grupos han criticado la medida, asegurando que muchas protestas se centran en cuestionar la ofensiva israelí en Gaza, que ha dejado más de 47 mil muertos. El Consejo de Relaciones Estadounidenses-Islámicas (CAIR) calificó la orden como “deshonesta, excesiva e inaplicable”.
La decisión de Trump se da en un contexto de creciente tensión en Medio Oriente y aviva el debate sobre el equilibrio entre seguridad nacional y libertad de expresión en Estados Unidos.
