Chihuahua, Chih.- Paul McCartney ofreció un inesperado concierto en el Bowery Ballroom de Nueva York, un recinto con capacidad para solo 575 personas, en contraste con su última presentación en la ciudad en el MetLife Stadium ante 82,500 asistentes.
El ex Beatle anunció el show apenas unas horas antes, lo que provocó una ola de fans corriendo por Delancey Street para conseguir boletos. “Un pequeño concierto. Nueva York. ¿Por qué no?”, dijo McCartney al abrir el espectáculo.
El setlist incluyó clásicos de The Beatles, Wings y su carrera en solitario, con temas como A Hard Day’s Night, Let It Be, Hey Jude y Blackbird, esta última con una emotiva reflexión sobre el movimiento de derechos civiles. También interpretó Now and Then, la última canción de los Beatles, recordando a John Lennon con cariño: “Escuchémosla por John”.
Las entradas solo se vendieron físicamente en el lugar y se agotaron en 30 minutos. Para los afortunados asistentes, fue un evento único.
