En la primera reunión de alto nivel entre los gabinetes de seguridad de México y Estados Unidos durante las administraciones de Claudia Sheinbaum y Donald Trump, respectivamente, ambos países acordaron intensificar sus esfuerzos conjuntos para combatir el tráfico de fentanilo y armas. Este encuentro se llevó a cabo en el Departamento de Estado en Washington, D.C., encabezado por los secretarios Marco Rubio y Juan Ramón de la Fuente.
Este diálogo se produjo tras la extradición de 29 miembros del crimen organizado a Estados Unidos, incluyendo a figuras prominentes como Rafael Caro Quintero, Vicente Carrillo Fuentes (“El Vicentillo”), Antonio Oseguera Cervantes (“Tony Montana” del CJNG) y los líderes de Los Zetas, Miguel Ángel Treviño Morales (“Z-40”) y Óscar Omar Treviño Morales (“Z-42”).
El canciller Juan Ramón de la Fuente calificó la reunión como “muy positiva”, destacando que se avanzó en la seguridad de ambos países bajo los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua, cooperación sin subordinación y respeto a la soberanía.
Durante el encuentro, se presentaron avances significativos en la incautación de drogas y armas, así como en la desarticulación de redes de tráfico. Ambas naciones se comprometieron a fortalecer la colaboración en inteligencia y operativos conjuntos para enfrentar de manera más efectiva a las organizaciones criminales transnacionales.
Este esfuerzo conjunto refleja la determinación de México y Estados Unidos para abordar de manera integral los desafíos que representan el tráfico ilícito de fentanilo y armas, buscando garantizar la seguridad y bienestar de sus ciudadanos.