El expresidente Donald Trump anunció su intención de establecer el inglés como el idioma oficial de Estados Unidos, marcando un hito en la historia del país. De concretarse esta medida, sería la primera vez que el gobierno federal adopta formalmente un idioma oficial, aunque más de 30 estados ya lo han hecho por cuenta propia.
Trump argumentó que esta decisión busca promover la unidad nacional y mejorar la eficiencia gubernamental, además de reducir los costos asociados a la traducción de documentos y servicios en otros idiomas. Según sus declaraciones, la oficialización del inglés facilitaría la integración de inmigrantes y reforzaría los valores nacionales compartidos.
Actualmente, en Estados Unidos viven aproximadamente 67 millones de personas que hablan otro idioma en casa, siendo el español el más común con alrededor de 41 millones de hablantes. Críticos de la medida advierten que podría afectar el acceso a servicios esenciales para personas con dominio limitado del inglés, especialmente en sectores como salud, educación y atención gubernamental.
Grupos defensores de los derechos de los inmigrantes han expresado su preocupación ante el posible impacto de la política, señalando que podría dificultar la comunicación de comunidades que dependen de información en sus idiomas nativos. Algunos sectores también consideran que la medida tiene un trasfondo político en el marco de la estrategia electoral de Trump para reforzar su base de votantes.
Este anuncio se suma a otras iniciativas del expresidente para endurecer políticas de inmigración y reforzar la identidad nacional. Aunque aún no se ha oficializado el cambio, el debate sobre el idioma en Estados Unidos se mantiene vigente, con posiciones encontradas entre quienes ven en la medida un paso hacia la integración y quienes la consideran un obstáculo para la diversidad lingüística del país.
Fuente: France 24
