El secretario de Desarrollo Humano de Chihuahua, Rafa Loera ya hizo pública su intención de ir por la Alcaldía de Chihuahua, los espectaculares fueron solo el comienzo de como busca colocar su imagen.
A como esta el clima político en Chihuahua, parecen atrasados los que no han levantado la mano rumbo a sus aspiraciones, en el caso de la Alcaldía de Chihuahua están: César Jauregui, Alfredo Chávez, Manque Granados, Alan Falomir y todos andan haciendo su lucha.
Hay dos factores, uno que juega a favor y otro en contra de Rafa Loera, específicamente con la Gobernadora, Maru Campos, a su favor están Los Chalecos Azules, la única acción que se ha hecho en tres años para defender a la actual administración, en la que muchos, digan lo que digan, prefieren no asomar la cabeza.
En contra, obviamente los espectaculares, porque fueron a destiempo, sin campaña, sin contenido, solo de posicionamiento, pero La Gata Mora anduvo indagando y sabe que fue la intención clara, que hablaran y parece que les funcionó, ahora falta saber, s en Palacio piensan lo mismo.
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“A los loquitos hay que aplacarlos de un madrazo”OA
“A los loquitos se les debe aplacar de un madrazo”, de hecho, fue una palabra muchismo más fuerte, de la que muchos, no pocos agremiados y operadores de la Cámara Nacional de Comercio acusan a Omar Armendáriz su autoría, algo por demás grave si fuera cierto.
El actual presidente de la CANACO, lo señalan de haber perdido el estribo en el tema de la elección para sustituirlo, al grado que ya del conocimiento público que la convocatoria salió más amañada que las encuestas de MORENA para elegir candidatos, pero al menos en ese partido político no se han atrevido a acusar a nadie de la frase que ahora le achacan al empresario.
Armendáriz ha dejado claro que no va a permitir que nadie, absolutamente nadie, a menos que sea él y que sea a favor del dueño del Lago Di Como, de apellido Lazzaroto.
Desde hace varias administraciones en la CANACO se ha venido convirtiendo en una hoya de presión y pareciera que en esta ocasión podría estallar, porque no es lo mismo “advertir” en una elección universitaria o de prepa, que llamarles “locos” o “aplacar” a empresarios.
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“De la toga al tianguis”
Bien rápido aprendieron el caminito. Los que andan tras un cargo en el Poder Judicial del Estado —magistraturas, juzgados y demás puestos con toga—, ahora lucen como si fueran candidatos en plena campaña electoral. Redes sociales llenas de fotos con sonrisas, saludos y solicitudes de amistad que llegan hasta a la vecina que nunca saludan.
Y es que apenas se abrió el proceso y muchos ya están listos para besar a doña Pelos en el tianguis de la San Jorge, o para ir a echar mezcla con la pala en una casa en la Rosario donde están arreglando la banqueta. Esa hambre de figurar los tiene actuando como si los fueran a votar en urna.
Lo curioso —o preocupante— es que esto apenas es un adelanto de lo que se viene en las próximas elecciones: más proselitismo disfrazado de cercanía, más selfies con desconocidos, más simulación. Aunque hay que reconocerlo, sí hay perfiles que traen experiencia, preparación, y lo más importante: siguen siendo la misma persona desde hace años.
Pero también están los otros, los que apenas empiezan a sonreír cuando huelen poder. Y esos, si quieren el “voto”, lo van a tener que pagar… ya sea con promesas, con influencias, o de plano, con una milpa.
