A más de un mes de enfrentar severas carencias de insumos esenciales, personal de enfermería y otras áreas médicas del Hospital General Regional No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), conocido como Hospital Morelos, han decidido trabajar bajo protesta como una forma de visibilizar la crítica situación que enfrentan y que, aseguran, pone en riesgo la salud e incluso la vida de los pacientes.
El personal, que por temor a represalias ha solicitado mantener el anonimato, señala que el hospital atraviesa una crisis de desabasto de material médico, equipo médico y medicamentos que ha rebasado su capacidad operativa. Denuncian que, a pesar de múltiples reportes y llamados a las autoridades directivas del IMSS, no han recibido una respuesta ni solución efectiva.

“No tenemos insumos para trabajar. Ayer falleció un paciente por falta de un marcapasos, y otro está grave. Trabajamos con ‘mexicanadas’, improvisamos como podemos para salir adelante, pero sin los protocolos adecuados ni el equipo necesario”, declaró un trabajador del área de enfermería.
Los trabajadores aseguran que diariamente enfrentan turnos en los que deben atender a los derechohabientes sin contar siquiera con lo mínimo indispensable. Entre los insumos y equipos que actualmente hacen falta, señalaron:
- Normogoteros (para suministrar líquidos por vía intravenosa)
- Jeringas
- Agujas
- Guantes
- Agua inyectable para torres de alto flujo
- Cubrebocas
- Pañales para pacientes postrados
- Medicamentos de uso cotidiano
- Equipo electro médico, incluyendo marcapasos
Estas carencias afectan todas las áreas del hospital, desde urgencias y hospitalización hasta terapias intensivas y quirófanos. La ausencia de materiales básicos impide aplicar tratamientos a tiempo, realizar procedimientos con seguridad o garantizar el control de infecciones.
La falta de recursos no solo ha deteriorado la calidad de la atención médica, sino que también ha incrementado el desgaste físico y emocional del personal médico. Enfermeros y médicos denuncian que deben improvisar soluciones o, en muchos casos, ver con impotencia cómo los pacientes se agravan por no poder ser atendidos correctamente.
Uno de los casos más alarmantes ocurrió el pasado 23 de abril, cuando, según refieren, un paciente perdió la vida debido a la imposibilidad de contar con un marcapasos funcional para su estabilización. Otro más permanece grave, también por no haber recibido atención adecuada a tiempo.

“Esta situación no solo nos expone como trabajadores, también revictimiza a los pacientes y sus familias. Se sienten desprotegidos, y con justa razón. Es desesperante”, afirmó una enfermera del área de hospitalización.
A pesar de que los reportes internos sobre la situación han sido constantes durante las últimas semanas, los trabajadores aseguran que no se ha recibido ningún tipo de apoyo o solución concreta por parte del IMSS. Por ello, han optado por trabajar bajo protesta, como forma de presión y visibilización.
“No queremos dejar de atender a nuestros pacientes, pero estamos al límite. Exigimos que las autoridades federales del IMSS intervengan. No podemos seguir improvisando con la salud de la gente”, dijo uno de los voceros del grupo inconforme.