Tras una creciente ola de violencia, personas de la tercera edad, jóvenes y personas con discapacidad enfrentan constantes amenazas por parte de una pandilla de menores de edad, a quienes los vecinos describen como “infiernos”. Las autoridades brillan por su ausencia en la calle C. Méndez y sus alrededores, en la colonia Cerro de la Cruz, dejando a la comunidad atrapada en el pánico y la impotencia.

Vecinos afirman que esta problemática lleva años sin resolverse. A pesar de los numerosos reportes al 911, pocas veces se ha visto presencia policiaca real. Algunos testimonios aseguran que esta banda de adolescentes está liderada por dos mujeres identificadas como Lilia Nayeli López Robles y Brenda Priscila Moreno Campos. Se les acusa de incitar actos violentos, como el lanzamiento de botellas con gasolina y fuegos artificiales que simulan disparos, el uso de “tira-lilas” contra viviendas, quema de tambos de basura y amenazas verbales.
De acuerdo con los vecinos, los jóvenes se esconden durante el día, cuando ocasionalmente pasa una patrulla, para luego salir y burlarse de las autoridades, gritando que “no les pueden hacer nada”. La comunidad considera esto como una burla hacia las instituciones y una muestra de la impunidad con la que operan estos vándalos.

Una de las mayores preocupaciones es que estas mujeres podrían tener vínculos con autoridades municipales, lo que explicaría la aparente indiferencia de la Policía ante los reportes vecinales. Se menciona que una vivienda es usada como “guarida”, donde presuntamente los jóvenes se drogan y se alcoholizan.
A pesar de haber solicitado rondines constantes y mayor presencia policial, los vecinos aseguran que los oficiales solo pasan una vez y se retiran sin tomar acción. La comunidad, desesperada, ha considerado incluso tomar acciones por cuenta propia, ya que se han registrado agresiones verbales y físicas, y la situación parece empeorar cada semana.
Vecinos han intentado dialogar con los padres de los adolescentes, pero no han recibido apoyo ni medidas de disciplina. Algunos de los jóvenes son presuntamente de origen indígena, y se les ha visto intoxicados y con actitudes desafiantes ante la ley.


La calle C. Méndez también es una vía de alto riesgo por el exceso de velocidad con el que circulan algunos automovilistas, lo que incrementa el peligro para los transeúntes, especialmente adultos mayores.
Cabe destacar que esta problemática ya había sido documentada en el portal de En ByN y se notificó al comisario Julio Salas González. Sin embargo, hasta la fecha no ha habido respuesta ni acciones concretas. Vecinos expresan que ya no pueden esperar más, y consideran la autodefensa como una última opción para proteger su integridad.
Se rumora incluso que uno de los jóvenes le prendió fuego a su propia casa y ha recibido apoyos económicos y materiales, lo que ha generado sospechas sobre la veracidad de su situación y si esto forma parte de una cortina de humo para encubrir los problemas reales del sector.

El llamado de los vecinos es claro: quieren mayor presencia policial, acciones contundentes contra los actos vandálicos y protección real para una comunidad que vive con miedo. El equipo de En ByN ha dado seguimiento a este caso durante varios días y lamentablemente la situación no ha mejorado.