En un giro inesperado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció que su política migratorTrump reconoce impacto de redadas en sectores clave y anuncia inminente decreto migratorioocial, Truth Social, afirmó que “por sentido común” se deben hacer ajustes, y anticipó que firmará un nuevo decreto migratorio en breve, sin detallar aún el contenido del mismo.
Trump reconoció que agricultores y empresarios del sector hotelero se han visto perjudicados por la escasez de mano de obra calificada derivada de las redadas migratorias, al señalar que muchos de los trabajadores indocumentados que han sido apartados “son casi imposibles de reemplazar”. A pesar de esta admisión, mantuvo sus críticas a la administración Biden, culpando su política de “fronteras abiertas” de permitir la entrada de “criminales”.
La reacción de los trabajadores migrantes no se hizo esperar. Ante el temor a ser detenidos, muchos han optado por esconderse o abandonar sus empleos, paralizando actividades esenciales para la economía estadounidense. Según el Pew Research Center, los sectores con mayor presencia de trabajadores indocumentados incluyen la agricultura, la construcción, la hotelería y el mantenimiento, todos fundamentales para el funcionamiento diario del país.
Durante un evento en la Casa Blanca, Trump reiteró su intención de actuar con “mucho sentido común” para no afectar más a los empleadores, argumentando que, en la falta de alternativas, están recurriendo a personal sin antecedentes verificados. Su declaración marca un inusual punto medio entre su histórica postura antiinmigrante y las presiones de sectores económicos que dependen de esta fuerza laboral.
El clima político se ha tensado aún más con las recientes protestas en varias ciudades y un incidente en el que el senador Alex Padilla fue esposado tras intentar cuestionar a la secretaria de Seguridad, Kristi Noem, sobre las redadas. Padilla, el primer hispano elegido al Senado por California, denunció el trato recibido y lo calificó como una vulneración a su derecho a la palabra, en medio de un debate cada vez más polarizado sobre la inmigración en Estados Unidos.
