Agentes del FBI y fiscales federales del Distrito Sur de Manhattan arrestaron el pasado viernes a un hombre identificado como Michael Gann, acusado de fabricar y transportar artefactos explosivos improvisados con la ayuda de inteligencia artificial. El sospechoso enfrenta tres cargos federales relacionados con la fabricación y posesión de bombas caseras.
De acuerdo con la denuncia penal presentada por el Departamento de Justicia, Gann admitió a las autoridades que “deseaba fabricar pirotecnia” y que utilizó herramientas de inteligencia artificial para aprender qué productos químicos debía comprar y cómo mezclarlos. Afirmó, además, que ese método fue “más fácil que comprar pólvora”.
La investigación, que comenzó la semana pasada, reveló que Gann presuntamente adquirió por internet dos compuestos de uso doméstico, los cuales combinó para elaborar los explosivos. Un testigo clave en el caso —un veterano de las fuerzas armadas estadounidenses— presenció cómo Gann manipulaba los materiales y relató al FBI que, durante el proceso, el acusado le recriminó: “¿Qué clase de veterano eres? Ves que hay un problema en el barrio y no haces nada al respecto”.
Las autoridades no han especificado aún si Gann tenía un objetivo específico para sus artefactos, ni si representaba una amenaza inminente para la comunidad. No obstante, el caso ha despertado preocupación sobre el uso de inteligencia artificial como herramienta para adquirir conocimientos peligrosos y evadir restricciones legales.
La investigación continúa en curso y Gann permanece bajo custodia federal mientras espera su comparecencia ante el tribunal.