H. Cd. de Chihuahua.- El reciente estreno de la serie Sin querer queriendo, que retrata la vida de Roberto Gómez Bolaños, ha revivido varias de las polémicas que marcaron su trayectoria, entre ellas su conflicto legal con Carlos Villagrán por los derechos del personaje de Quico.
Villagrán abandonó El Chavo del 8 en 1978 con la intención de desarrollar su carrera en solitario. Sin embargo, se encontró con un obstáculo legal: el personaje que interpretaba pertenecía a Gómez Bolaños. El tema fue llevado ante los tribunales, donde los derechos de autor quedaron en manos del creador de Chespirito, lo que marcó un distanciamiento entre ambos que duró más de dos décadas.
En el año 2000, Televisa organizó un homenaje especial para Gómez Bolaños titulado No contaban con mi astucia. En el evento, Villagrán se presentó y protagonizó un emotivo momento al abrazar a su antiguo compañero. Aunque el intercambio de palabras entre ambos no fue audible, las imágenes del reencuentro quedaron grabadas como símbolo de una posible reconciliación.
Ambos dieron declaraciones tras el encuentro. Mientras Roberto aseguraba no guardar rencores, Villagrán destacó la importancia del legado de Chespirito por encima de las diferencias pasadas.
Sin embargo, la reconciliación fue breve. En una entrevista concedida en 2003, Gómez Bolaños reveló que, aunque hubo un abrazo en público, la disculpa se dio en privado y que luego de aquel reencuentro volvieron a distanciarse. Afirmó sentirse traicionado por ciertas declaraciones posteriores de Villagrán, aunque sin guardar resentimiento.
A pesar del distanciamiento, Chespirito reconoció el talento de Villagrán, aunque también señaló que no consideraba que su desempeño fuera extraordinario. Comparó la sensación de aquella ruptura con la pérdida de un objeto valioso pero pequeño: “Sí duele, pero no te quita lo que eres”.