H. Cd. de Chihuahua.- La historia de Auto, un niño tailandés de seis años diagnosticado con cáncer terminal, conmovió a miles luego de que cumpliera su más grande deseo antes de fallecer: conocer en persona a Moo Deng, una simpática hipopótama pigmea que se volvió sensación en redes sociales.
Moo Deng, cuyo nombre en tailandés significa “cerdito saltarín”, nació en julio de 2024 en el zoológico Khao Kheow Open Zoo y, desde entonces, se convirtió en una celebridad nacional por su actitud traviesa y encantadora. Videos e imágenes de la pequeña hipopótama rápidamente se hicieron virales, duplicando la afluencia de visitantes al zoológico y robándose los corazones de usuarios en internet.
Entre sus miles de admiradores estaba Auto, un pequeño originario de Chaturaphak Phiman, quien desde hacía tiempo soñaba con verla. Su equipo médico contactó al zoológico a finales de 2024, explicando el estado crítico del niño y su deseo de conocer a Moo Deng.
Finalmente, en enero de 2025, durante las celebraciones del Año Nuevo Lunar, Auto pudo visitar el zoológico. Las imágenes de ese encuentro especial fueron compartidas en Instagram el 2 de junio, mostrando la alegría del menor mientras conocía a su animal favorito. Además de ver a Moo Deng, Auto acarició a un capibara y eligió un peluche de recuerdo en la tienda del lugar.
“Fue un honor poder regalarle un momento de felicidad. Auto era un niño muy dulce, inteligente y lleno de vida. Todos quisimos dar lo mejor de nosotros para hacerlo sonreír”, publicó el zoológico.
Desafortunadamente, días después, el equipo médico que lo atendía notificó al zoológico que Auto había fallecido. “No imaginamos que ese día tan alegre sería uno de sus últimos. Nos queda el consuelo de haberlo visto feliz, aunque fuera por un momento”, escribieron junto a un mensaje de condolencias para la familia.
La publicación ha tocado el corazón de miles de personas en redes sociales, acumulando más de 15 mil “me gusta” y cientos de comentarios. “El poder de los animales es real. Ver a Moo Deng significó el mundo para él”, comentó un usuario. Otro escribió: “Descansa en paz, pequeño Auto. Qué hermoso regalo pudo recibir antes de partir”.
Aunque la vida de Auto fue corta, su historia recuerda el poder de los pequeños gestos, y cómo incluso un animal puede dar consuelo en los momentos más difíciles.
