H. Cd. de Chihuahua.- Los Dorados de Chihuahua se preparan para encarar una de sus últimas oportunidades de redención en la temporada 2024 de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB), cuando reciban a los Guerreros de Oaxaca este fin de semana en el Estadio Monumental. La serie, que inicia este viernes a las 19:00 horas, será la última interzonas del calendario regular y podría marcar un punto de inflexión para el equipo dirigido por Gerónimo Gil.
Luego de caer en los primeros dos encuentros ante los Bravos de León y quedar fuera de la serie, los Dorados arrastran una preocupante racha de ocho derrotas consecutivas. A pesar del complicado panorama, el conjunto chihuahuense mantiene vivas sus aspiraciones de clasificar a playoffs: se encuentra en el último lugar de la Zona Norte, pero apenas a cuatro victorias de los puestos clasificatorios.
El reto no será sencillo. Enfrente tendrán a unos Guerreros de Oaxaca que marchan en segundo lugar de la Zona Sur y que, bajo la dirección del chihuahuense Luis Carlos Rivera, buscan acortar distancias con los Diablos Rojos del México, actuales líderes del sector. La calidad del rival y el desgaste físico tras una doble cartelera ante Unión Laguna, sumado a los largos viajes por carretera, añaden presión al conjunto dorado.
La serie, compuesta por tres encuentros que se jugarán entre viernes y domingo, se convierte en una cita crucial para el equipo y sus aspiraciones de avanzar en la recta final del torneo. Además, será el penúltimo compromiso antes de la pausa por el Juego de Estrellas de la LMB, evento en el que el lanzador zurdo Caleb Smith representará a los Dorados, ofreciendo un rayo de esperanza y motivación para el plantel.
El público chihuahuense mantiene la fe en que su equipo encontrará la fórmula para revertir el mal momento. La serie ante Oaxaca no solo representa una oportunidad para sumar victorias, sino también para recobrar la confianza perdida y recuperar terreno en la lucha por la postemporada.
Este fin de semana, el Estadio Monumental será testigo de una batalla decisiva. Los Dorados tienen en sus manos la posibilidad de cambiar el rumbo de su campaña y devolverle la ilusión a su afición.
