La madrugada del viernes 25 de julio, un violento ataque armado en el municipio de Madera, Chihuahua, dejó como saldo la muerte de dos agentes de la Policía Municipal y un civil. Sin embargo, más allá del trágico hecho, han surgido graves señalamientos sobre una posible colusión entre elementos de la corporación y grupos del crimen organizado que operan en la región.
Una fuente interna, que solicitó permanecer en el anonimato por temor a represalias, reveló que durante el ataque registrado en la avenida Chihuahua, en pleno centro del municipio, no todas las patrullas involucradas estaban tripuladas por agentes oficiales. Según el testimonio, mientras una de las unidades era ocupada por los dos policías fallecidos, la segunda patrulla estaba en manos de civiles armados, presuntamente sicarios que actuaban bajo protección policial.
De acuerdo con esta versión, tras el tiroteo, integrantes del grupo criminal liderado por un sujeto conocido como “El Puma” acudieron al lugar para recoger los cuerpos de sus hombres caídos y retiraron la patrulla municipal utilizada, con el fin de eliminar pruebas que los vincularan con el uso de vehículos oficiales. Estas acciones habrían ocurrido con conocimiento del director de Seguridad Pública, identificado como “Sandion”, presuntamente relacionado con grupos criminales provenientes de Sonora.
El hecho ha encendido las alarmas entre los elementos aún no infiltrados por el crimen y ha incrementado la desconfianza de la ciudadanía hacia las autoridades locales. Hasta el momento, ni el ayuntamiento de Madera ni la Dirección de Seguridad Pública Municipal han emitido una declaración oficial respecto a los señalamientos.
