Hay frases que deberían provocar escándalo y, sin embargo, ya apenas levantan cejas. “Que nos investiguen a todos”, dijo el alcalde, Cruz Pérez Cuéllar, en un acto reflejo de cinismo perfectamente entrenado, reflejo de un sistema político mexicano podrido. Lo dijo como si fuera una declaración valiente, cuando en realidad es una estrategia de dispersión. El mensaje fue claro: “Hagan su show, total, aquí no va a pasar nada”
Básicamente fue un “sí, pero también volteen a ver allá”, como si su administración no oliera a corrupción desde hace rato. Le recordamos que su gobierno mantiene sin acreditar un gasto de 716 millones 954 mil 922 pesos, algo que expuso la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en informe de los resultados de la revisión de la cuenta pública 2023, y falta lo del 2024. ¡Vaya usted a saber! Y agréguele las 16 carpetas que tiene aún en investigación de demandas, incluso interpuestas por algunos miembros de su propio partido.
La respuesta vino a raíz de señalamientos y audios sobre presuntos desvíos y vínculos turbios. Y en lugar de asumir con seriedad las acusaciones, Cruz lanza una cortina de humo: si todos son culpables, nadie lo es. Si todos roban, ¿quién puede acusar? El alcalde no se defiende: se diluye entre el lodo colectivo. Un reflejo perfecto del sistema político mexicano, donde la corrupción no se combate, se reparte.
Pero eso sí, se fue 7 días sin avisar a España y ayer domingo andaba en Chihuahuitas tierras afiliando gente porque se lo exigieron en MORENA nacional. Cómo no se paró a afiliar ahí en el poniente de la ciudad donde cientos de personas perdieron todo por las lluvias, ¿o me va a decir señor presidente, que ahí ya están todos afiliados? En fin…
Mientras tanto, en la otra cara de la ciudad, sigue la tragedia de los cuerpos abandonados. En las morgues, en los tráileres, en las fosas sin identificar. Cada semana aparece una nueva historia, un nuevo número, un nuevo silencio. No hay trazabilidad, no hay justicia, no hay humanidad. Solo abandono. Y si eso no sacude al gobierno, es porque ya están anestesiados… o muy ocupados tapando sus propios pecados.
Mientras el alcalde Perez Cuellar se hace el gracioso con sus frases, Juárez sigue siendo un cementerio al aire libre: cadáveres abandonados, fosas clandestinas y familias desesperadas buscando a sus desaparecidos. Siendo un reflejo de que la negligencia es criminal: Falta de recursos, omisión deliberada y un sistema forense colapsado. Es culpa del gobierno estatal, a mi déjenme seguir viajando y regalando recursos de la ciudad… ¿Hasta cuándo Cruz?
Y como si el país no tuviera ya suficiente, seguimos figurando entre los primeros lugares en embarazo adolescente. No es un dato menor: es un fracaso estructural. De la educación, de la salud, de la prevención, de las oportunidades. ¿Qué tan mal está un país cuando millones de niñas de entre 12 y 14 años se convierten en madres antes de terminar la preparatoria?
El Estado falla, pero a las menores se les juzga. Las instituciones desaparecen, programas de prevención inexistentes, educación sexual censurada y gobiernos más preocupados por discursos moralistas repartiendo su corrupción que por vidas.
Epílogo: ¡ah pa´ frasecitas oiga uste´¡
“Que nos investiguen a todos”, dice Cruz con sonrisa cínica. Pero eso no es valentía, es resignación disfrazada. Porque sabe que, en este sistema, si todos caen, nadie cae. Porque mientras los políticos juegan a perseguirse entre ellos, la gente muere sin nombre, las niñas crían sin apoyo y el país se desmorona sin escándalo. Y esa es, quizá, la verdadera impunidad: la que ya ni sorprende.
