Estados Unidos – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desató una nueva controversia este fin de semana al exigir públicamente que la cantante Beyoncé sea procesada por supuestamente haber recibido once millones de dólares a cambio de respaldar a la entonces candidata demócrata Kamala Harris durante la campaña presidencial de dos mil veinticuatro. La acusación, sin embargo, carece de cualquier respaldo documental o legal, y ha sido desmentida por múltiples fuentes y medios de verificación.
A través de su cuenta en la red social Truth Social, Trump arremetió contra Harris, Beyoncé y otras celebridades como Oprah Winfrey y Al Sharpton, a quienes acusó de haber recibido pagos millonarios por apoyar públicamente a la candidata demócrata. “No se puede pagar por un apoyo. Es totalmente ilegal”, escribió en mayúsculas, insistiendo en que el respaldo de figuras públicas no puede ser retribuido económicamente, aunque la ley electoral estadounidense no lo prohíbe explícitamente, siempre y cuando los pagos sean debidamente reportados y clasificados.
Según Trump, Beyoncé habría recibido una suma de once millones de dólares por aparecer en un evento en Houston en octubre de dos mil veinticuatro. Sin embargo, la afirmación ha sido ampliamente refutada. Los registros de gastos de campaña muestran que la única transacción relacionada con la artista fue un pago de ciento sesenta y cinco mil dólares realizado a su productora, clasificado como “gastos de producción de evento”.
Un portavoz de la campaña de Harris aseguró que la política no paga a celebridades por su respaldo, pero sí cubre los costos logísticos asociados con sus apariciones públicas. El propio Trump admitió en una entrevista previa que no tenía una fuente concreta para sus cifras: “Alguien me mostró algo”, declaró. La cifra de once millones ha circulado en redes sociales desde dos mil veintitrés sin que ninguna investigación haya podido confirmarla. Sitios especializados en verificación de datos como FactCheck.org y PolitiFact concluyeron que no existen pruebas que sustenten el supuesto pago a Beyoncé.
A pesar de la falta de pruebas, Trump insistió en que los demócratas “admitieron” los pagos y que deberían ser procesados. La Casa Blanca fue consultada por CNN, pero no aclaró sobre los presuntos pagos multimillonarios. Por ahora, ni Beyoncé ni su equipo legal han anunciado acciones formales en respuesta a los señalamientos, aunque fuentes cercanas aseguran que consideran la acusación “absurda y carente de seriedad”.
Más allá de Beyoncé, Trump también señaló a otras personalidades del entretenimiento como beneficiarias de fondos de campaña: acusó a Oprah de haber recibido tres millones de dólares y a Al Sharpton de cobrar seiscientos mil, sin presentar documentación que respalde sus afirmaciones. En el pasado, ha hecho señalamientos similares contra artistas como Bruce Springsteen, Bono y Lady Gaga. La controversia sigue creciendo en redes sociales, donde partidarios de Trump defienden su postura, mientras detractores lo acusan de fabricar escándalos para ganar relevancia política.