21°

Heroica ciudad de Chihuahua, Chih. México
1 de agosto 2025

¿Cambiar de escuela? Esto es lo que tu hijo no te dice (pero necesita que sepas)

¿Cambiar de escuela? Esto es lo que tu hijo no te dice (pero necesita que sepas)

Por Eder Valdez, psicólogo clínico.

Cambiar de escuela no solo es cambiar de lugar. Para muchos niños es despedirse de amigos, maestras queridas, rincones conocidos. Es empezar desde cero. Y aunque como adultos lo vemos con lógica, para ellos es un mundo que se termina.

No exageran. Solo sienten.

Detrás de un berrinche, una tristeza repentina o dolores de panza sin explicación… muchas veces hay miedo. Miedo a no encajar, a no saber a dónde ir, a no ser bien recibidos.

Y hay algo que duele aún más: ser cambiados a la fuerza.

Sí, también están quienes son expulsados por “malas conductas” o “bajas calificaciones”.

Niños que no encontraron la ayuda que necesitaban a tiempo.

Que se desbordaron y nadie supo contener.

Niños que, más que castigo, requerían escucha, firmeza, estructura y afecto.

No son malos. Pero sí están enojados, confundidos o tristes.

Y esa nueva escuela que los recibe… es su segundo intento.

Lo sé porque soy terapeuta infantil y lo escucho en consulta:

“Me corrieron por portarme mal, pero ni yo sé por qué lo hacía.”

“Ya no quiero que me odien en otra escuela.”

“Solo quiero que alguien me entienda.”

El psicólogo John Bowlby hablaba del apego como base para la confianza y la regulación emocional.

Y Boris Cyrulnik nos recuerda que todo niño que ha sido herido puede volver a florecer… si alguien lo acompaña con respeto, sin etiquetas.

🌱 ¿Qué puedes hacer tú como mamá o papá?

  1. Valida lo que sienten.

No les digas “es tu culpa” o “te lo buscaste”. Mejor: “lo que pasó no define quién eres. Vamos a entenderlo juntos”.

  • Refuerza los límites con amor.

Disciplina no es castigo, es guía. Haz acuerdos claros, sostenlos con constancia y cariño.

  • Haz equipo con su nueva escuela.

Comunícate con maestras y directivos. Sé parte activa. Tu hijo necesita saber que hay adultos comprometidos a ayudarlo a mejorar.

Cambiar de escuela puede ser una oportunidad.

Pero también es un duelo. Y todo duelo necesita tiempo, palabras y abrazos.

Como dice Jorge Bucay: “Cuando los niños saben que hay alguien que los espera con amor, pueden animarse a salir al mundo.”

Y tú estás ahí. Ese es su mayor refugio.

Compartir
Facebook
Twitter
WhatsApp