H. Cd de Chihuahua.- Un impactante caso sacudió al Hospital Popular del Distrito de Dongchuan, en la provincia de Yunnan, China, cuando una niña de tan solo tres años llegó caminando al área de urgencias con un cuchillo de cocina incrustado en la cabeza.
La menor, acompañada por su madre, dejó atónitos tanto al personal médico como a los pacientes, no solo por la gravedad visible de la lesión, sino por su asombrosa calma: no lloraba, no gritaba y caminaba con normalidad por el vestíbulo del hospital.
Según declaraciones de la madre y medios locales, el accidente ocurrió dentro de su hogar. La mujer relató que solía guardar un cuchillo debajo de la almohada “para alejar a los malos espíritus”, y que, durante un intento de asustar a su hija por mal comportamiento, el arma se le escapó de las manos, clavándose accidentalmente en la cabeza de la niña.
Incapaz de retirarlo por sí sola, decidió llevarla directamente al hospital, sin llamar a servicios de emergencia. Las autoridades médicas calificaron el hecho como un accidente doméstico, por lo que no se inició una denuncia policial.
